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Apple y el BNPL

iMAGE: Apple

La entrada de Apple en el entorno del aplazamiento de las compras a corto plazo, o «Buy Now, Pay Later» (BNPL), un movimiento que llevará a cabo mediante la constitución de una subsidiaria propia que la aproxima cada vez más a la confluencia con la banca, supone la legitimación de un sistema de financiación que resulta claramente pernicioso para muchos usuarios, y que está construido de manera íntegra para ser rentable únicamente a partir de los problemas que esas personas experimentan.

Para la banca, encontrarse con que una compañía como Apple se prepara cada vez más para llevar a cabo una oferta cada vez mayor de servicios financieros es – o debería ser – un elemento más de preocupación. Un entorno como el del crédito instantáneo al consumo, que los bancos podrían posiblemente haber desarrollado de forma algo más responsable que como lo han hecho las nuevas compañías fintech que se han adentrado en él y que han generado una oleada de jóvenes incapaces de hacer frente a sus caprichos, se ve ahora invadido directamente por las propias compañias cuyos productos son financiados.

En una gama de productos como la de Apple, la posibilidad de financiar en cuatro pagos sin intereses supone que muchas personas tomen decisiones de compra en muchos casos erróneas, en un entorno en el que el análisis del riesgo brilla por su ausencia. ¿Cómo ganan dinero los servicios de tipo BNPL? Simplemente, a costa de las penalizaciones a las que someten a aquellas personas que no son capaces de hacer alguno de los pagos a tiempo. Un esquema económico que se aprovecha de las personas financieramente más vulnerables, que perjudica la construcción del historial de crédito de los más jóvenes, y que supone, desde mi punto de vista, una infracción de los principios de responsabilidad social de la compañía, porque utiliza la irresponsabilidad de los usuarios para incentivar unas cuantas ventas de dispositivos más.

El movimiento supone además una competencia inesperada para las compañías que venían desarrollando ese tipo de servicios, que se encuentran de repente con la integración vertical de una compañía cuyos dispositivos y la lealtad que generan eran, en muchos casos, uno de los motivos para acudir a este tipo de esquemas. La normalización de los esquemas de pago en cuatro plazos sin intereses y su aplicación a cada vez más ámbitos es una forma de incentivar el consumo irresponsable, y como tal, supone un problema para una sociedad dispuesta, aparentemente, a poner a prueba sus propios límites. Que Apple se adentre en este tipo de esquemas financieros en muchos casos irresponsables es, desde cualquier punto de vista, una mala noticia.

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