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¿Qué posibilidades tendría un buscador creado por Apple?

IMAGE: E. Dans (CC BY)

Según el Financial Times, Apple podría llevar tiempo trabajando en el desarrollo de un buscador web propio con el que tratar de robar cuota al incumbente Google, que en muchos países cuenta con cuotas de mercado superiores al 90%, con la intención de tener una solución alternativa para la esperable denuncia por el acuerdo con la compañía de Mountain View por designar su buscador como opción por defecto en los dispositivos de su marca, y con la idea de proponer una opción de búsqueda respetuosa con la privacidad de los usuarios.

La teoría se basa en que, en la última versión del sistema operativo del iPhone, iOS 14, Apple ha comenzado a mostrar sus propios resultados de búsqueda enlazando directamente a páginas web cuando el usuario escribe consultas desde la pantalla de inicio. Si introducimos también en la ecuación el fichaje, hace ahora dos años, del directivo de Google John Giannandrea, y el fuerte incremento reciente de la actividad del agente de búsqueda de la compañía, Applebot, podría ser que, en el habitual contexto de secretismo de la compañía, la teoría tuviese cierto fundamento.

Apple lleva tiempo apostando por la privacidad como derecho humano fundamental y como valor diferencial de sus productos. Su CEO, Tim Cook, ha declarado en numerosas ocasiones su compromiso con la privacidad, y ha atacado a lo que denomina «the data industrial complex», sin mencionar específicamente a compañías como Google, Facebook y otros data brokers, y anunciándose de manera desafiante en convenciones sectoriales como el CES de Las Vegas, además de llegar a plantar cara al mismísimo FBI al negarse a facilitar una puerta trasera para obtener información de sus dispositivos en casos de terrorismo o de otros delitos flagrantes.

¿Qué posibilidades tendría un buscador de Apple en un entorno completamente monopolizado por Google? Crear un buscador es una tarea sumamente compleja: además de generar una enorme base de datos con una copia actualizada de todas las páginas que se pretende indexar, tema en el que Google lleva más de veinte años innovando de manera constante, es necesario crear un algoritmo que desarrolle el concepto de relevancia. En este caso, Google lleva ya algún tiempo pasando de sus algoritmos originales, que valoraban sobre todo componentes sociales como los enlaces entrantes, a criterios más basados en la calidad de la información y en el uso de machine learning para tratar de entender lo que el usuario realmente está buscando, pero indudablemente, lleva también más camino recorrido y más datos acumulados que nadie en la industria en este sentido.

Por otro lado, y a pesar de los esfuerzos de Google por la transparencia en este sentido, no son pocos los usuarios que recelan de la cantidad de información que la compañía posee de ellos como resultado no solo del uso de sus herramientas de búsqueda, sino también de otras, como su correo electrónico, documentos, mapas, etc.

En intentos anteriores de competir con productos de Google, Apple experimentó momentos complicados, por ejemplo, con el desastroso lanzamiento de Apple Maps, que conllevó la salida de la compañía de uno de sus vicepresidentes, Scott Forstall. Tras aquel episodio, el producto de mapas de la compañía fue mejorando sensiblemente con sucesivos rediseños, y se ha posicionado como la tercera aplicación de mapas más utilizada tras Google Maps y Waze. Sin embargo, es importante tener en cuenta que hablamos de un producto condicionado al uso de dispositivos Apple, que en muchos países es relativamente limitado, algo que no necesariamente tendría que ser así en el caso de un buscador.

Una propuesta de buscador respetuosa con la privacidad del usuario podría ser una propuesta de valor que resultase atractiva para una significativa parte del mercado. Sin embargo, hablamos de un uso enormemente arraigado y que depende fundamentalmente de la calidad de los resultados obtenidos con su uso. Podríamos argumentar incluso que Google es capaz de proporcionar al usuario mejores resultados debido precisamente a la información que posee sobre él, una posibilidad que Apple, lógicamente, tendría más limitada. Y si bien el ascenso de la propia Google a finales de los ’90 y principios del siglo demostró claramente el escaso valor de la fidelidad en este ámbito, no cabe duda que sería complicado batir al incumbente precisamente en el ámbito que sin duda considera más estratégico y definitorio de todos.

En cualquier caso, si Apple lanzara su buscador, y por difícil que lo tuviese contra un gigante como Google, es definitivamente una de esas batallas que seguramente a muchos nos gustaría ver.


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