Hasta hace poco nadie se importaba con lo que ocurría en Groenlandia, ese enorme pedazo de tierra congelada que pertenece a la pequeña Dinamarca. Hubo ciertos intereses de compra por parte de Estados Unidos, pero Dinamarca rechazó cualquier negociación en ese sentido.
El caso es que hay un tesoro oculto en esa zona, un tesoro en forma de minerales raros, de tierras raras, de neodimio, disprosio y otros minerales que son fundamentales para la fabricación de elementos electrónicos.
Actualmente China es la líder en ese aspecto. Ella cuenta con la mayoría de las minas de esas materias primas esenciales, pero a medida que el hielo de Groenlandia desaparece por el cambio climático, las superpotencias mundiales se disputan la influencia en la zona.
Es algo contradictorio, ya que la idea de fabricar más tecnología, incluyendo coches eléctricos, es para evitar depender del petróleo y frenar el cambio climático, pero sin cambio climático no hay deshielo y los minerales raros seguirán inaccesibles.
Pero no son solo minerales raros, también hay níquel, cobalto, titanio y oro, por lo que el interés de los grandes comienza a mezclarse con la ambición, lo que puede acabar en un desastre mayúsculo.
El caso es que para explotar las riquezas de Groenlandia hay que negociar con su gobierno y los residentes del pueblo de Narsaq. Las elecciones de este año tuvieron a la explotación mineral como protagonista.
Ya llegó allí en el pasado una empresa australiana respaldada por inversores chinos, pero Mariane Paviasen les frenó el paso. Por lo visto la mina podría dar puestos de trabajo, pero también produciría uranio radiactivo. Durante las elecciones (ella fue elegida), influyeron en la opinión pública a favor de un partido que prometía detener la mina.
De momento no se aprobará ningún proyecto que amenace el medio ambiente ni la forma de vivir que tiene hoy en día la pequeña población de Narsaq, pero las empresas mineras de todo el mundo están atentos, esperando cualquier movimiento para poder transformar a Groenlandia en una segunda China de los minerales raros.
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