Espacio

Nauka empieza a causar problemas en la Estación Espacial Internacional al poco de llegar

Tras varios días de morderse las uñas por todos los problemas que desarrolló una vez en órbita el módulo Nauka –Módulo Laboratorio Multipropósito-Mejorado o MLM-U por sus siglas en ruso– atracaba en la Estación Espacial Internacional (EEI) a las 15:29, hora peninsular española (UTC +2), del 29 de julio de 2021.

Tras esperar a confirmar que la unión entre Nauka y la Estación era estanca Oleg Novitski y Piotr Dubrov procedieron a ir abriendo las escotillas que hay entre ambos. Pero a eso de las 18:45 los motores de maniobra del módulo se pusieron a funcionar sin que nadie les hubiera ordenado hacerlo.

Los sensores de Zvezda lo detectaron y empezaron a intentar contrarrestar el empuje de los motores de Nauka con los suyos. Pero mientras se producía es lucha de motores la Estación quedaba 45º fuera de su actitud (orientación) normal. Los 45º no suponen nada porque no mucho antes la Estación había estado girada 90º grados para recibir a Nauka. El problema estaba en que Nauka hubiera encendido sus motores, aparentemente motu proprio, y en las posibles cargas excesivas que el enfrentamiento entre sus motores y los de Zvezda pudieran producir.

Así que desde el control de la misión en Houston decidieron poner la Estación en modo flotación libre –así no intenta mantener ninguna actitud concreta– mientras que ordenaban a la tripulación cerrar las escotillas con Nauka y las ventanas de la cúpula para evitar su posible contaminación con los gases de escape de los motores. Esto al menos reducía los esfuerzos a los que se veían sometidos los puntos de unión entre los distintos módulos de la Estación.

Al rato los motores de Nauka se pararon, antes incluso de que desde el control de la misión en Moscú consiguieran hacerse con ellos, porque al parecer agotaron el combustible.

Y una vez comprobado que habían dejado de funcionar desde Houston volvieron a poner la Estación en modo de control de actitud y entonces usaron los motores de la cápsula de carga Progress MS-17 para devolver la Estación a su actitud normal. Podían haberlo hecho con los de Zvezda pero por su ubicación física en la Estación los de la MS-17 tenían más mando para hacer la maniobra.

Al parecer el origen del problema estuvo en el proceso de integración de los ordenadores de a bordo de Nauka con los de la Estación: en algún momento del proceso el sistema de navegación de Nauka volvió a interpretar que aún no estaba atracado a la Estación e intentó corregir una actitud errónea. Una actitud falsamente errónea.

Es un fallo más del software de a bordo de Nauka, que al parecer no fue capaz de darse cuenta de que el sensor de contacto de su puerto de atraque y las garras que lo mantienen en posición indicaban que ya estaba atracado. Software de a bordo que ya el primer día en órbita dejó fuera de servicio el motor principal por una incorrecta presurización de los depósitos y sistema de alimentación de combustible.

Afortunadamente esta rabieta de Nauka no parece haber afectado a la Estación ni a ninguno de sus sistemas más allá del susto inicial. Pero desde luego no mola nada. Por mucho que desde la NASA y Roscosmos –la agencia espacial rusa– insistan en que la tripulación nunca estuvo en peligro.

En cualquier caso parece que Roscosmos va a intentar dejar el sistema de propulsión de Nauka en un estado inerte purgando las líneas de combustible con helio. Y que mientras lo hacen Novitski y Dubrov estarán en el segmento estadounidense de la Estación. Más tarde está previsto volver a abrir las escotillas entre la EEI y Nauka para seguir con la integración del nuevo módulo.

Retraso para la Starliner

Un efecto secundario de todo esto es que la Boeing, la NASA, y el resto de agencias que participan en la EEI han decidido posponer el lanzamiento de la segunda misión de prueba de una Starliner. Y es que, lógicamente, nadie quiere lanzar una nave no probada con destino a la Estación mientras no se acabe de aclarar qué paso con Nauka y que va a portarse bien en el futuro.

Así tanto la Starliner como el cohete que la iba a lanzar, que habían sido trasladados a la plataforma apenas unas horas antes, han sido devueltos al edificio de servicio para protegerlos del mal tiempo reinante estos días en Florida. La idea es intentar el lanzamiento el martes 3 a las 19:20 para una llegada de la Starliner a la EEI el miércoles 5.

En cualquier caso ya es casualidad que la primera misión de prueba de una Starliner fallara –entre otras cosas, eso es cierto– porque sus motores se dispararon cuando no debían y que la segunda pueda verse retrasada por un fallo en los motores de otra nave.

Con todo esto ya se rumoreaba que Roscosmos había pedido la destitución de la junta directiva de RKK Energia, la principal contratista de Nauka, por los problemas que había tenido tras el lanzamiento, después de lo de hoy ya van a ir a degüello.

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