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Balaji Srnivasan y la hiperbitcoinización

IMAGE: Balaji Srnivasan

El pasado día 17 de marzo, Balaji Srnivasan hizo en Twitter la siguiente predicción: el valor del bitcoin, entonces en torno a los $26,000, crecería hasta alcanzar el millón de dólares en los próximos noventa días. De hecho, no se quedó simplemente en hacer la predicción, sino que ofreció colocar dos millones de dólares de su patrimonio personal en algún sistema de custodia e intercambiar cada millón por un bitcoin dentro de noventa días, a mediados de junio, con dos personas que aceptasen la apuesta.

Hasta aquí, todo muy bien: cada uno hace con su dinero lo que buenamente quiere, y puede decidir arriesgarlo en apuestas siempre y cuando le dé la real gana. De hecho, la cuestión no es la apuesta en sí, sino el quién la está haciendo: Balaji Srnivasan no es un cualquiera, sino el ex-director de tecnología de Coinbase, ex-socio del fondo de capital riesgo Andreessen Horowitz, inversor, cofundador de varias compañías, doctor en ingeniería por Stanford y autor de «The Network State«, un libro que ha sido best seller como e-book a pesar de estar disponible íntegramente en la red en el que se plantea muchos elementos del futuro de la cadena de bloques y las criptomonedas, y cómo podrían llegar a funcionar como una forma de sustituir la autoridad de los países. Balaji tiene un amplio reconocimiento y prestigio en la comunidad crypto, y que de repente se lance con una predicción así ha dejado indiferentes a muy pocos. Podemos pensar muchas cosas de Balaji Srnivasan, pero no parece tener en absoluto el perfil de un especulador ni de un trilero.

Obviamente, predecir que el bitcoin puede llegar a alcanzar un millón de dólares en noventa días no es algo que se refiera únicamente a la evolución del valor del bitcoin: está también prediciendo una brutal caída del dólar, una fortísima crisis en la moneda norteamericana debido a caídas de los bancos, hiperinflación y catástrofes similares, y una total pérdida de confianza en el sistema. Según Balaji, lo que va a ocurrir es que, ante semejante escenario, el mundo va a redenominar el bitcoin como «oro digital», y que naciones, empresas y particulares van a comenzar a adquirirlo en grandes cantidades, lo que generará una apreciación de su valor que puede llegar al 3,600%, que sería lo necesario para que alcanzase un precio de un millón de dólares. Es la llamada «teoría de la hiperbitcoinización«, o básicamente, el escenario que hace que un mecanismo como el de las criptomonedas pueda ponerse verdaderamente en valor como moneda alternativa y a salvo de las decisiones de los gobiernos.

En lo que llevamos de año, el bitcoin se ha apreciado un 70%, aunque con respecto a su precio histórico más elevado, los $68,990.90 de noviembre de 2021, la caída ha sido de un 60%. Algunos analistas han previsto que el bitcoin pueda superar los cien mil dólares durante este año 2023, pero llevar la predicción hasta el millón de dólares requeriría necesariamente de un escenario catastrófico para la economía tradicional, con todo lo que ello podría conllevar. De hecho, se parecería mucho al panorama que aventuraba Tomás Pueyo en su artículo de hace aproximadamente año y medio titulado «The end of nation states« situándolo en 2050, pero también en numerosos escenarios distópicos habituales en novelas de ciencia-ficción como Snow Crash o Ready Player One.

De hecho, algunos analistas han afirmando que probablemente exista un escenario en el que un bitcoin pueda valer un millón de dólares, pero que definitivamente, ese escenario no va a tener lugar dentro de noventa días sino más bien dentro de diez años, porque si ocurriese a tan corto plazo estaríamos hablando de un brutal colapso de la economía y de una serie de eventos catastróficos que harían que en ningún caso deseásemos llegar a un escenario así. Si ocurriese algo así y llegásemos a un escenario del tipo «sálvese quien pueda», la frase «Balaji was right» se convertiría en la más aterradora en lengua inglesa.

Durante mucho tiempo, la evolución del bitcoin ha paralelizado con cierta laxitud la marcha del mercado tecnológico por excelencia, el NASDAQ. Sin embargo, últimamente el bitcoin ha evolucionado claramente por encima del NASDAQ, y es, unido al comportamiento de fuerte apreciación que ha mantenido durante la crisis del Silicon Valley Bank, hace que muchos especulen con un decoupling de la evolución de ese mercado y con escenarios en los que cada vez más personas pasan a pensar que su dinero está más seguro en bitcoins que en el propio sistema bancario o en otros esquemas de la economía tradicional.

¿Estamos ante un posible escenario de distopía económica de aquí a mediados de junio, ante un colapso inminente que ponga al bitcoin en la tesitura de convertirse en una fuerza imparable, o simplemente ante una predicción alocada destinada a captar la atención de cuantas más personas sea posible sobre la hipótesis de la hiperbitcoinización? ¿Una reacción ante los Estados Unidos imprimiendo artificialmente billones de dólares para pagar su deuda externa? Y si tuviese lugar una fortísima apreciación del bitcoin, ¿qué consecuencias podría tener para el mundo, o para otras criptomonedas con mayor capacidad de adaptación, niveles de adopción también elevados y menores costes medioambientales, como es el caso de ethereum?

Estemos o no ante un posible colapso económico y ante la necesidad de recurrir al bitcoin como recurso para mantener la actividad económica y el valor de nuestro dinero, el escenario descrito por Balaji Srnivasan invita como mínimo a pensar. El valor de una criptomoneda depende casi de manera exclusiva del número de personas que confían en ella, y ese número está fuertemente afectado por el funcionamiento del sistema económico y por la fe que muchas personas depositan en él.

Hasta ahora, criptomonedas con adopción amplia como bitcoin y ethereum han sufrido caídas asociadas no con su funcionamiento, sino con escándalos, actuaciones de personajes irresponsables o caídas de exchanges que centralizaban el riesgo, pero en ningún caso esas criptomonedas han dejado de funcionar, ni han experimentado crisis en su forma de hacerlo: los algoritmos que tienen detrás no solo han demostrado su robustez, sino que han probado incluso, en el caso de ethereum, ser capaces de evolucionar para resolver problemas como el del consumo energético o la fragilidad de los exchanges.

Si Balaji tiene razón, efectivamente, que dios nos pille confesados. Pero por otro lado, y aunque no vaya seguramente a tener lugar en noventa días, es cada vez más posible que nos estemos dirigiendo hacia la reinvención digital del dinero en base a la criptografía como tecnología, que el dinero nunca más vuelva a depender de los gobiernos, de nuestra fe en los bancos centrales o en dios, y que nadie, absolutamente nadie, pueda hacer nada para cambiarlo.


This article is also available in English on my Medium page, «Balaji Srnivasan, and why we should be worried about his $2 million bet»

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