anniversarybirthdayblogbloggingGeneralIE Universitylink rotpersonal

Diecinueve años escribiendo…

IMAGE: Waldemar Brandt - Unsplash (CC0)

Hoy se cumplen diecinueve años desde que comencé a adquirir el hábito de leer lo que había pasado en el día, escoger un tema, y escribir sobre él no solo en función de mis intereses, sino también haciendo una selección de temas que me permitiesen mantener razonablemente bien alimentado un programa de innovación y tecnología como el que imparto en IE University.

Supongo que la clave de la longevidad de esta página, aparte de mi obsesiva y compulsiva comodidad con los hábitos sostenidos en el tiempo, es precisamente eso: los ciclos de retroalimentación. Imponerme a mí mismo una obligación como la de escribir todos los días me obliga a leer, eso me permite mantenerme razonablemente bien informado (o al menos, mejor que la media), mejora la calidad de mis clases y de las discusiones que mantengo en ellas al permitirme mantenerlas actualizadas, y además, me dota de un cierto reconocimiento y exposición que me lleva a participar habitualmente en conferencias y eventos.

Gracias a eso, puedo escribir una página «sin agenda», que no responde a los intereses de nadie en concreto más que a los que ya os he confesado (el mío de mantenerme actualizado), que no tiene que pagar peajes a nadie, que nunca publica un artículo a cambio de nada, y que además, como sigue funcionando razonablemente bien, hace que no tenga que martirizaros con publicidad.

A estas alturas, solo puedo decir una cosa evidente: el sistema funciona. De acuerdo, hay días que me supone un sacrificio, que me pilla muy cansado o que me cuesta encajar la obligación de escribir en una agenda a veces muy completa… pero vale la pena. Que la página reciba además cierta atención, que genere conversaciones y que tenga un grupo de parroquianos habituales, además de una amplia «mayoría silenciosa» también ayuda, porque hace que todo el sistema sea tangible, que tenga un efecto inmediato y que me permita entender cómo se reciben o como evolucionan algunas ideas. A estas alturas, la comunidad de comentaristas habituales que comentan sin pasar por ningún tipo de filtro es de más de doscientas personas: si no estás en ella, es porque no comentas a menudo, porque es un proceso manual y se me puede haber pasado, o porque no me encuentro cómodo con el tono de tus comentarios o tu actitud (es lo que hay: mi casa, mis reglas).

A lo largo del tiempo, la página ha ido evolucionando como también he ido evolucionando yo: los temas, la longitud de mis artículos, el número de enlaces, el tono o el formato. En ese sentido, sigo diciendo lo mismo que he dicho siempre: lo importante de mis artículos no es lo que digo yo, que no deja de ser una opinión discutible de una persona razonablemente informada, sino lo que enlazo, que son los recursos que utilizo cuando preparo una clase o una conferencia sobre el tema. Con el tiempo he aprendido a cuidar cada vez más mis fuentes y mis enlaces, y aunque si echamos la vista atrás nos encontraremos un cierto porcentaje de ellos que ya no llevan a ningún sitio debido a ese fenómeno característico de la actual versión de internet denominado link rot, sigo tratando de utilizar fuentes interesantes y de documentar mis artículos de manera que me permitan seguir utilizándolos como repositorio de conocimiento personal.

Y aquí estamos. Ya casi dos decenios, que se dice pronto: aproximadamente un tercio de mi vida, durante el que tareas como leer las noticias, escribir un artículo, documentarlo y seguir la discusión que genera se han convertido en parte de mí, de lo que soy y de lo que hago. De la vida de un académico dedicado a tratar de entender un fenómeno específico, la adopción de la tecnología y sus efectos, con especial gusto por cuestiones como la disrupción, y con una variada panoplia de industrias y circunstancias en las que buscarla y estudiarla.

Como cada año, daros las gracias por estar ahí, por aguantarme – que sé que a veces es literalmente eso – a mí o a mis obsesiones, por leer, por comentar… por todo. Pero también gracias, y muchas, a quienes hacen posible que esta página funcione: a IE University por tener la flexibilidad de considerar esta página como una parte de mi actividad académica, a StartGo por haberse convertido en auténticos compañeros de viaje que la hospedan y me ayudan a mantenerla en condiciones, y a teenvio por permitirme utilizar su tecnología para enviar puntualmente esa newsletter tempranera todas las mañanas.

Como cada año, gracias a todos por estar ahí.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button