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El mercado del automóvil y la electrificación

IMAGE: Mohamed Hassan - Pixabay (CC0)

Un informe de BloombergNEF comisionado por Transport & Environment sitúa en 2027 el año en el que los vehículos eléctricos comenzarán a ser más baratos en su fabricación que sus equivalentes de gama de combustión interna a lo largo de todos los segmentos, debido fundamentalmente a la fortísima disminución de los precios de las baterías y a la dedicación de más líneas de fabricación por parte de más fabricantes.

Las baterías, cuyo precio cayó un 88% durante la pasada década y está previsto que desciendan un 58% más a lo largo de la presente, constituyen entre una cuarta parte y dos quintas partes del precio total de un vehículo. Actualmente, según los datos del informe, el precio medio antes de impuestos de un vehículo eléctrico de gama media se sitúa en torno a los 33.300 euros, en comparación con los 18.600 euros de uno de combustión interna. En 2026, se prevé que ambos cuesten alrededor de 19.000 euros, mientras que en 2030, el mismo coche eléctrico costará 16.300 euros antes de impuestos, mientras que su equivalente de combustión interna costará 19.900 euros, todo ello sin considerar los posibles incentivos gubernamentales.

Otros informes, como uno reciente de UBS, sitúan la fecha de la paridad unos años antes, tan pronto como en el 2024, año a partir del cual afirman que no quedarán muchas razones para adquirir un vehículo que no sea eléctrico.

Por otro lado, en el caso de Europa, las compañías de automoción se convertirán en una parte especialmente interesada en esta transición, debido a la presión de la legislación que impone cuantiosas multas por exceder los límites de emisiones calculado en función del total de vehículos vendidos. Incrementar el porcentaje de vehículos eléctricos en la cartera de ventas anuales es visto por la industria como la única manera de plantearse evitar estas multas. Además de marcas como Bentley o Jaguar Land Rover, que han anunciado el abandono total de la tecnología del motor de combustión interna en el año 2025 o Volvo, que lo sitúa en el año 2030, otras compañías como Ford, que posponen esa fecha en sus mercados de origen, la sitúan también en 2030 para el mercado europeo, lo que demuestra claramente la idoneidad de ese tipo de políticas.

Por otro lado, el abandono de las ventas de vehículos de combustión interna no implica que dejen de circular por las carreteras o de ser revendidos en países en vías de desarrollo. Además del factor precio, que se acentúa más aún cuando las estimaciones se llevan a cabo en términos de coste total de propiedad debido al menor coste de las recargas eléctricas frente al combustible y a las menores necesidades de mantenimiento, hay que tener en cuenta otros factores como la disponibilidad de redes de recarga rápida.

Mientras la paridad en precios se aproxima, es interesante pensar en los factores que están haciendo que las ventas de automóviles, que todavía son mayoritariamente de combustión interna salvo en algunos países, se resientan: la crisis de los chips, que está afectando fuertemente a la industria de la automoción y que muy posiblemente se extienda hasta el año 2022, está determinando problemas de producción y la eliminación de numerosas opciones electrónicas avanzadas en muchos modelos, lo que reduce el incentivo a la adquisición de un vehículo en el momento actual. Este tipo de razones podrían llevar a algunos consumidores a posponer la adquisición de un vehículo precisamente cuando podemos estar hablando de los últimos años de bonanza para la tecnología de combustión interna, lo que incrementaría la probabilidad de que, más adelante y a medida que se cierra la brecha de precio, optasen por un vehículo eléctrico.

Finalmente, en los Estados Unidos, el ambicioso plan de infraestructuras puesto en marcha por la administración Biden promete también acelerar la transición hacia el vehículo eléctrico, lo que a su vez realimenta el interés de las compañías de automoción por contar con un mayor número de vehículos eléctricos en su gama. En Europa, por su lado, más marcas chinas con oferta de vehículos eléctricos están comenzando a introducirse en los mercados más avanzados, como Noruega y Holanda, con planes de extenderse al resto del continente con ofertas muy competitivas en precio.

De una u otra manera, el futuro de la automoción es eléctrico, y la transición tendrá lugar a lo largo de lo que nos queda de esta década. Plantéatelo si estás pensando en cambiar de coche.


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