employeesGenerallayoffstalenttech companiestechnology workersunemployed

El talento y su redistribución

IMAGE: Mohamed Hassan - Pixabay

La reciente oleada de despidos en muchas de las grandes compañías tecnológicas debida a causas que van desde los malos resultados a la expectativa de tenerlos o a las reestructuraciones, pasando por cambios drásticos en su management, ha generado un fenómeno desconocido a lo largo de las últimas dos décadas: la llegada de un perfil de trabajador a las listas del paro que, por lo general, no había tenido ningún problema a la hora de encontrar empleo.

En la práctica, la mayor parte de esos trabajadores despedidos por las big tech no llegan a pasar por esas listas del paro, o lo hacen tan solo de manera simbólica mientras se toman un respiro tras un período en el que, por lo general, han podido acumular una buena cantidad de riqueza o patrimonio. Las big tech han sido, durante años, el destino de muchos de los más brillantes alumnos de las escuelas de ingeniería o de negocios, sucediendo a la banca de inversión en los ’80 o a las grandes consultoras en los ’90. Tener una línea de curriculum que afirma que has trabajado en una big tech es un activo muy buscado en el mercado de trabajo incluso en tiempos bajistas, lo que hace que los miles de trabajadores que salen por sus puertas encuentren fácilmente, por lo general, trabajo en otras compañías.

Esto supone, en la práctica, un fenómeno de redistribución de talento: personas que han pasado por complejos procesos de selección para pasar a formar parte de las plantillas de esas big tech que todo el mundo veía como un destino soñado, con sus tópicos no siempre ciertos de buenos sueldos, sillones de masaje y futbolines, que de la noche a la mañana se encuentran en disposición de buscar de nuevo trabajo y son, aparentemente, deseados por compañías que van desde el sector público, las organizaciones sin ánimo de lucro o las pequeñas empresas, que por lo general no podían optar a este tipo de perfiles.

En los mercados de trabajo en los que existe cierto dinamismo, esto supone muchas posibilidades interesantes, sobre todo si son capaces de superar el fuerte choque emocional que supone pasar de las condiciones de trabajo de una big tech a las de una compañía convencional. Esa «bienvenida a la realidad» es, en muchos casos, muy difícil de superar: imaginar, por ejemplo, al arquetípico trabajador salido de una Twitter en la que trabajaba cómodamente y en zapatillas desde su casa, recibiendo una oferta de trabajo de una compañía convencional en la que la opción de teletrabajo en muchas ocasiones no existe, con niveles de autonomía generalmente mucho más bajos y con management mucho más convencional es, como mínimo, un reto.

La circunstancia, sin embargo, no deja de ser una oportunidad para aquellas compañías que vean la posibilidad de modernizar sus prácticas gracias a la búsqueda de requisitos necesaria para hacerse atractivas a este tipo de perfiles. Personas que han trabajado en una de las mayores revoluciones de la historia corporativa, que pasan a ofrecer sus habilidades a otras industrias que, en muchos casos, están muy necesitadas de dinámicas de cambio. Plantearse, por ejemplo, la posibilidad de incorporar ese tipo de trabajadores al sector público – algo que, en muchos países, es directamente imposible o extremadamente poco probable – supone la oportunidad de dar lugar a cambios en el mismo que pueden llegar a marcar un antes y un después, por ejemplo, en la relación con los ciudadanos.

¿Serán capaces las compañías de aprovechar este flujo de talento proveniente de las big tech? ¿Serán esos trabajadores capaces de ver esas oportunidades como una posibilidad interesante de cara a su desarrollo profesional? ¿Es realmente la oleada de despidos en las big tech una oportunidad para la redistribución del talento, o se verá coartada por la escasa visión de muchas compañías o por su incapacidad para ser competitivas en salarios?

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button