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Los movimientos de Google con respecto a ChatGPT

IMAGE: Firmbee - Unsplash

El pasado 30 de noviembre, muy poco tiempo después de que OpenAI abriese al público la versión de GPT3 rediseñada para una interfaz conversacional, ChatGPT, ya se empezaron a escuchar voces alertando de la amenaza que ese tipo de Large Language Models (LLMs) podían implicar para el líder absoluto de la búsqueda. Algunas personas comenzaron a comparar la experiencia de uso, e incluso se desarrolló una extensión ChatGPT for Google que permite añadir a la página de resultados una ventana con la respuesta a tu búsqueda que ofrece ChatGPT.

La cuestión resultaba especialmente interesante considerando que, unos cuántos meses antes de la presentación de ChatGPT, había sido precisamente Google la que había protagonizado las páginas de noticias con un algoritmo conversacional, LaMDA, que uno de sus ingenieros pretendió definir como auto-consciente. Que Google, en ese tiempo, no anunciase nada relacionado con esa área de investigación y que se dejase adelantar por el lanzamiento de OpenAI era, después de todo, algo como mínimo llamativo. La explicación aparente era que Google tenía miedo de dañar su reputación con los resultados de LaMDA, y eso la había llevado a actuar de manera prudente y ponerse en compás de espera. Después de todo, no te juegas lo mismo si eres un relativo recién llegado como OpenAI, que si eres la absoluta referencia en el mundo de la búsqueda de información.

Además, Microsoft comenzó a moverse y a plantear que podía capitalizar su apoyo inicial a OpenAI pra ganar una ventaja competitiva incorporando ChatGPT a muchos de sus productos, incluyendo su motor de búsqueda Bing.

Finalmente, Google no pudo esperar más: declaró una emergencia corporativa, pidió a los fundadores, Larry y Sergey, que se incorporasen a reuniones sobre el tema, y hoy se ha filtrado que planea el lanzamiento de una versión de su motor de búsqueda con prestaciones de machine learning conversacional, y lanzar veinte productos relacionados con ello.

Por el momento, la respuesta oficial de Google era que «continuamos probando nuestra tecnología de IA internamente para asegurarnos de que sea útil y segura, y esperamos compartir más experiencias de forma externa pronto». Pero la intensa viralidad asociada con ChatGPT, el hecho de que muchísimas personas lo estén probando para todo tipo de tareas – con personas escribiendo novelas y cuentos, como asistente de programación, para responder a preguntas, para recopilar información y para miles de usos más – y la posibilidad de que muchas de esas personas lo vean como un punto de destino interesante para obtener la información que necesitan, incluso planteando que ChatGPT esté planteada no para dar respuestas veraces o rigurosas, sino simplemente para simular que es humano, está empezando a poner muy nerviosa a Google.

Por lo general, asociábamos las búsquedas en Google con tres tipos fundamentales: navegacionales (para encontrar una página determinada), transaccionales (para tomar una decisión de compra), o informacionales (para aprender sobre algo o responder una pregunta). A pesar de sus muchas limitaciones actuales, ChatGPT podría estar apareciendo cada vez más para mucha gente como una clara respuesta a la tercera categoría de las búsquedas, y podría incluso plantearse un asalto a la categoría segunda cuando los usuarios piden a ChatGPT que compare productos o que opine sobre sus prestaciones.

¿Estamos ante el inicio de un cambio fundamental en las interfaces de búsqueda? ¿Qué ocurre cuando llevas un tiempo utilizando ChatGPT y, a pesar de sus limitaciones, te empiezas a encontrar deseando que Siri, Google Assistant o Alexa te respondiesen como te responde ChatGPT? ¿Y qué ocurre con quienes, como ocurre con los que toman el primer resultado de una página de Google como la verdad absoluta, interpretan una respuesta de ChatGPT como si fuese completamente fiable, a pesar de sus no pocos errores (por algunos de los cuales incluso se disculpa cuando le repreguntas)?

El mundo entero lleva más de dos décadas acostumbrándose a la página de resultados de Google como respuesta universal a una búsqueda de prácticamente cualquier cosa. ¿Está esto preparándose para un cambio significativo? ¿Será ese cambio para bien o para mal?

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