Celulares, smartphones y tablets

Estos son los motivos que, acumulados, me han llevado a pasar de nuevo de iPadOS a macOS

Hace poco escribí (con cierto pesar) cómo finalmente he vuelto a un MacBook tras intentar revolver mi trabajo en movimiento con un iPad Pro y un Magic Keyboard. Muchos de vosotros habéis preguntado a través de comentarios detalles más concretos sobre las funciones de macOS y de los Mac que echaba demasiado de menos, así que voy a desglosarlos para reflejar mi experiencia.

Pequeños percances que se une y forman un gran problema

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Ante todo, recuerdo que hay que tener en cuenta dos puntos importantes. El primero, esto es mi experiencia puramente personal y por lo tanto no estoy diciendo que iPadOS no sirva como sustituto de macOS dentro de un ordenador portátil. Cada persona tiene sus necesidades.

El segundo punto es que ninguna de estas características ha sido la responsable directa de que haya terminado comprándome un MacBook Air. El causante ha sido la acumulación de varias de ellas que, juntas, representaban una reducción de productividad que se ha hecho demasiado grande para lo que necesito. Paso a enumerar estos detalles.

No es una o dos cosas: es la acumulación de muchos roces pequeños que se convierten en un problema si pasas a depender más del iPad

El MacBook Air de 13 pulgadas ha terminado siendo más ligero y más delgado que un iPad Pro de 11 pulgadas con su teclado.

Como ves, son muchas pequeñas cosas que se acumulan y entre todas me quitan demasiado tiempo obligándome a hacer demasiados rodeos. Cuando recurres al iPad de forma ocasional lo asumes, pero cuando ese uso sube a más de una hora diaria el tiempo que pierdes ya me es inasumible. E insisto: esto es mi situación personal, y no dudo en que para otra persona iPadOS puede ser perfecto.

También quiero hacer hincapié en que iPadOS tiene muchas cosas buenas: los atajos de Siri me han cubierto varias de estas tareas con éxito, y la combinación de la pantalla táctil con el Magic Keyboard es todo un acierto. Pero personalmente ha dejado de ser suficiente para mí, y de ahí mi regreso a un MacBook con macOS con el que ya he notado un aumento notable de la productividad.

Termino afirmando bien claro que no voy a dejar de estar interesado en iPadOS: tengo muchas ganas de ver qué tiene Apple pensado para él y cómo intenta seguir aproximándose a una experiencia completa de escritorio. Veremos si con los años lo consigue. De momento, conmigo tienen a un usuario que no ha tenido más remedio que desistir.

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La noticia Estos son los motivos que, acumulados, me han llevado a pasar de nuevo de iPadOS a macOS fue publicada originalmente en Applesfera por Miguel López .