Hace cuatro días nos hacíamos eco de la quiebra de la plataforma de criptomonedas FTX (las dudas sobre su solvencia hicieron huir a los usuarios, lo que la dejó sin liquidez) y afirmábamos en el titular que ésta demostraba “que no es buena idea confiar sin más en plataformas sin ninguna regulación”.
Pues bien, ahora que los inversores de la compañía han puesto al frente de la misma a John Ray, experto en reestructuración de grandes empresas, y han empezado a conocerse datos sobre el estado de FTX, esa afirmación ha quedado más que reivindicada.
El nuevo CEO, que está colaborando con las autoridades de EE.UU. y de Bahamas (donde FTX tiene su sede), ha afirmado que “en sus 40 años de experiencia legal y de reestructuración” jamás había presenciado “una ausencia tan total de controles corporativos y de información financiera fiable”. Podría parece sencillamente una exageración retórica…
…si no supiéramos por lo que ha desvelado el propio Ray que la empresa carecía, incluso, de un departamento de contabilidad. Lo compensaban, eso sí, autorizando los pagos a través de una plataforma de chat online, donde numerosos supervisores “aprobaban los desembolsos respondiendo con emojis personalizados”.
“FTX Group no ha mantenido en este tiempo un control centralizado de su efectivo. Los errores en los procedimientos de gestión de efectivo incluyeron la ausencia de una lista precisa de cuentas bancarias y signatarios de cuentas”.
‘Autopréstamos’, bienes raíces en manos de empleados, miles de millones de criptoactivos desaparecidos…
La situación es tal, que Ray considera “inadecuado” que los tribunales “se basen en los estados financieros auditados como indicación fiable”. Por otra parte, los deudores tampoco han podido elaborar una lista completa de empleados de la compañía con la documentación disponible.
El informe presentado por el nuevo CEO advierte que una “parte sustancial” de los activos teóricamente custodiados por FTX puede estar ahora “perdida o haber sido robada”. Establecer un control es difícil: numerosos bienes raíces se registraron a nombre de empleados de la compañía.
Hasta ahora se sabe que el fondo de cobertura de Sam Bankman-Fried prestó 1.000 millones de dólares a… Sam Bankman-Fried (y 543 millones a su director de ingeniería, Nishad Singh), lo que responde a la pregunta de dónde terminó [al menos una parte de] el dinero.
Pero, en cualquier caso, frente a los 5.500 millones de dólares en criptoactivos declarados por FTX, los datos publicados ahora por Ray demuestran que, a finales de septiembre, la compañía sólo disponía de 659.000 dólares en ‘criptos’:
(Datos en miles de dólares)
Mientras, en Miami, un grupo de inversores ha interpuesto una demanda contra FTX, contra su antiguo CEO, y contra varios famosos que se dedicaron a promocionar la plataforma, entre ellas los deportistas Tom Brady y Stephen Curry: los acusan captar “inversores poco sofisticados” y de causarles perjuicios económicos que ascienden a 11.000 millones de dólares.
Vía | Kadhim Shubber
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La noticia FTX, el quebrado gigante ‘cripto’, aprobaba los gastos con emojis en un chat online y carecía de departamento de contabilidad fue publicada originalmente en Genbeta por Marcos Merino .
