
Belén Rodrigo, de ABC, me llamó para pedirme mi opinión sobre los smartphones plegables, y hoy ha publicado su noticia titulada «Los ‘smartphones’ plegables rastrean su espacio en el mercado» (pdf papel, pdf online).
Desde sus inicios, la idea de doblar una pantalla me ha parecido poco interesante. Los primeros modelos de smartphone plegables que tuve en la mano me parecieron dispositivos francamente poco atractivos: la supuesta ventaja de tener el doble de pantalla se veía claramente empañada por una durabilidad claramente comprometida, por un pliegue muy incómodo, y por la idea de que introducir una pieza tan móvil en un dispositivo como un smartphone, que utilizamos infinidad de veces al día y llevamos en sitios como un bolso o un bolsillo, no podía traer nada bueno.
Mi impresión tras ver cómo compañías como Samsung, ya en su tercera generación de smartphones plegables, han ido tratando de solucionar sus primeros y evidentes problemas en este sentido puede ser levemente más positiva, pero aún muy fría. Otras compañías, como Huawei, Motorola, Oppo o Xiaomi han lanzado productos similares, pero no he visto ninguno que me parezca especialmente atractivo.
Simplemente, me parece un intento de buscar diferenciación en un mercado que lleva ya demasiados años siendo aburrido e innovando de manera únicamente incremental (más cámaras, más resolución, más o menos notch, etc. – y en el que Samsung y otras marcas corren el mismo riesgo de que les ocurra con innovaciones anteriores: que el mercado los mantenga como una opción de nicho hasta que Apple, si es que lo hace, decida poner en el mercado un dispositivo de ese tipo.
Obviamente, nada se sabe de la marca de la manzana en ese sentido más allá de algunas patentes registradas, de un interés aplazado en el tiempo y de la posibilidad de que los considere una moda pasajera. Pero como en otras ocasiones ha ocurrido en ese mercado, todo indica que mientras Apple no considere que puede crear una propuesta de valor atractiva y diferencial en ese ámbito y no refrende la tendencia con un dispositivo suyo, los smartphones plegables continuarán siendo prácticamente un producto de nicho, relativamente extravagante y con pocas ventajas comparativas con respecto a su precio. El doble de pantalla, sí, el doble de espacio para acomodar más batería y otros componentes, pero también más consumo, más fragilidad, más grosor y más peso. O incluso unas posibilidades, como la de abrir varias aplicaciones a la vez, que no tengo claro que quiera llevar a cabo en un dispositivo como un smartphone. Pero por supuesto, y como en todo, es perfectamente posible que me equivoque, y dentro de un tiempo tenga uno en el bolsillo.