appschinaDonald TrumpGeneralJoe Bidenprohibitionsocial mediaTikTokUS-elections

TikTok como síntoma de una transición desordenada

IMAGE: TikTok banned

Mañana día 12 de noviembre se cumple el plazo que la administración Trump dio a la app china TikTok para «deshacerse de cualquier propiedad o activo tangible o intangible, donde sea que se encuentre, que se utilice para habilitar o respaldar la operación por parte de ByteDance de la aplicación TikTok en los Estados Unidos». Pero la compañía china se ha visto obligada a pedir un aplazamiento al Committee on Foreign Investment in the United States (CFIUS), por una sencilla razón: la administración Trump está tan ocupada intentando desacreditar el sistema electoral y la democracia de su país, casi intentando dar un golpe de estado, que se ha olvidado completamente del tema, y no ha contactado con la compañía durante semanas. TikTok, como el propio Donald Trump, se ha encontrado de repente metida, como la propia administración Trump, en pleno «período del pato cojo», como se conoce al plazo en el que un cargo saliente sabe que no va a continuar y no puede tomar decisiones de cierto calado.

Donald Trump, por mucho que pretenda descalificar el proceso electoral y convertirse en una amenaza para la seguridad de su país, es un pato cojo desde el 7 de noviembre, momento en que se publicó el resultado de las elecciones y Joe Biden pudo proclamar su victoria. A partir de ahí comienza el período de transición, que debe gestionarse de una manera responsable y adecuada. Un período de transición caótico o en manos de una persona dispuesta a no aceptar la realidad por tozuda que esta sea, incrementa la vulnerabilidad y la seguridad del país, y es susceptible de provocar todo tipo de problemas, incluido el que se le presenta a TikTok, una compañía con más de cien millones de usuarios y más de mil quinientos empleados en el país.

Por otro lado, parece poco probable que la administración Biden pretenda proseguir con medidas que, en el contexto de la política norteamericana, han sido sumamente excepcionales y reservadas a tecnologías muy peligrosas. TikTok puede representar muchos problemas, pero una prohibición total de su funcionamiento en el caso de los Estados Unidos parece mucho más una medida tomada por un político con características rayanas en la psicopatía como Donald Trump que por uno razonablemente mesurado. Investigar o presionar a TikTok para que ponga sus prácticas de privacidad y de exportación de datos bajo controles rígidos es una cosa, prohibirla es algo muy distinto, y con toda seguridad, exagerado, propio de la grandilocuencia habitual en la administración anterior.

El equipo de transición de Joe Biden, de hecho, está contando con representantes de la industria tecnológica que, por pura lógica, tienden a ser poco partidarios de ese tipo de medidas drásticas y casi absolutistas. A medida que el mundo corporativo mira a la nueva administración, las evidencias son cada vez mayores: durante los próximos años, los Estados Unidos tendrán un presidente «de verdad», una persona con las características, experiencia y conocimientos adecuados para ejercer ese cargo, en lugar de un actor de reality shows venido a más que tomaba decisiones de manera errática y, por lo general abiertamente irresponsable.

Related Articles

¿Qué cabe esperar de la administración Biden con respecto a China y a sus empresas? Sin duda, menos guerra comercial abierta, menos confrontaciones absurdas con connotaciones amenazantes y egomaníacas, y más búsqueda del consenso global para tratar de obligar a China a comportarse como un jugador que cumple las reglas. Y TikTok no es, obviamente, la única ni la más importante de las compañías que esperan poder dialogar con una administración razonable y mesurada: Huawei se encuentra en una situación similar, y aunque obviamente no espere ver sus problemas resueltos automáticamente el próximo enero, sí estará, probablemente, esperando tener la oportunidad de poder establecer un diálogo más productivo.

Tras cuatro años de política histérica, espasmódica y grandilocuente, los Estados Unidos volverán a tener algo que todo el mundo ha echado mucho de menos: un presidente. Cuando antes llegue ese momento, mejor para todos.


Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button