Noticias

La realidad mixta de las gafas de Apple frente a la inteligencia artificial para ser el nuevo modo de relacionarte con la tecnología

Hay, defiendo, una diferencia clave entre el lanzamiento de las gafas de realidad mixta (realidad aumentada y realidad virtual) de Apple y el momento del iPhone. Con el teléfono móvil se encontraron un hábito de consumo ya consolidado, el salto de los consumidores pioneros a parte del público masivo ya había sucedido. Aunque hay varias gafas en el mercado (más centradas en lo virtual que en realidad aumentada), ese paso no se hado en el segmento en el que aparecen las Vision Pro. Apple esta vez se presenta confiado en su capacidad no ya de mejorar la experiencia y colonizar un tipo de producto cuyo hábito ya tiene la población, sino de conseguir crear este hábito.

¿Tiene realmente esta capacidad?

Uno aborda el tema condicionado por la apuesta personal de que la siguiente gran plataforma tecnológica es la inteligencia artificial. En esta mezcla de realidad aumentada (en la que hace Apple énfasis) con virtual (que no promociona tanto) es posible un análisis con paralelismos a lo que sucede con la IA desde ChatGPT. Ambas andan en la búsqueda de ser adoptadas, aceptadas y pasar a ser el mecanismo de relación del usuario con la tecnología de ahora en adelante.

En el caso de la inteligencia artificial hay un rasgo notorio: la explosión sucede cuando se integra en una experiencia de usuario que nos resulta familiar y sencilla, chatear con lenguaje natural. No es sólo que OpenAI lograra uno de los momentos más brillantes en la historia del marketing tecnológico al convertir en un chat el salto de GPT 3 a GPT 3.5, es que productos de gran éxito de esta primera ola como Character.ai (un éxito quizás poco comentado en medios, pero de crecimiento enorme) o LuzIA (entrevista) se favorecen del mismo principio: chatear con “alguien”, sea en una aplicación móvil nueva o, mejor todavía, dentro de Whatsapp.

Para la generación de imágenes sucede algo interesante, mientras que nuevas propuestas parten del “texto a imagen”, empresas veteranas como Adobe o Freepik plantean sus generadores con menús y opciones. Acercan la experiencia a lo que es familiar en su disciplina. Es algo que puede ayudar porque aplana la curva de aprendizaje para conseguir resultados vistosos.

Volvamos a las gafas de realidad mixta de Apple. Hay primeras impresiones entusiastas, pero con estos productos siempre las ha habido. Yo mismo “flipé” cuando toqué el prototipo de Oculus o las primeras Hololens. Las Vision Pro son mejores, claro: han pasado años y Apple ha invertido mucho. Volviendo a la analogía con el iPhone, sí parece que hay algo en que se parecen ambos lanzamientos: puede que hayan dado con la UX adecuada para cada categoría de dispositivo. Lo que la pantalla táctil fue a la telefonía móvil, la mezcla de “tracking” de manos y ojos junto a la voz puede serlo para las gafas. En su vídeo, Marquess Brownlee lo explica bien en este preciso momento:

Ser mejor que lo anterior y tener una tecnología que te haga decir “wow” no garantizan el éxito. Ni siquiera los éxitos pasados de Apple, que casi siempre ha leído mejor que el resto del sector el momento en que la tecnología está madura para dar un salto (aunque las primeras versiones de sus productos casi siempre sean algo deficientes, todo sea dicho). De hecho creo que la presentación de las Vision Pro explica muy bien el tipo de desafío al que se enfrenta a la hora de la aceptación y creación del nuevo hábito.

Suscríbete ahora

Apple hizo mucho énfasis en la realidad aumentada que permite las gafas y en que eso hace que llevarlas no te aisla del entorno y de la gente alrededor. El énfasis en “normalizar” esto de tener unas gafas que mezclan lo que hay en la habitación con el plano digital de información y contenidos fue tal que lo ilustró esto con situaciones un tanto esperpénticas:

Un padre graba a sus hijas, está ahí con gafas de realidad mixta mientras juegan

mientras es el cumpleaños de tu hija tú estás con las gafas puestas (lo mismo puedes simultanear con un widget del marca y seguir cómo va el málaga en primera ref)

Claro que podemos darle la vuelta a estas imágenes. Eres un niño y estás jugando o soplando las velas de tu cumpleaños, tu recuerdo es que tu padre tiene unas gafas puestas y en lugar de ver su cara, ves un simulacro tal que así:

Hace justo 10 años que tuvimos un debate fuerte sobre la ruptura de una suerte de contrato social que suponían las gafas de realidad aumentada que permiten grabar o tener otro plano de la realidad mientras estamos juntos. Me explayé sobre las Google Glass y esos aspectos en Xataka. ¿aplica aquello a las Vision Pro y Apple?

Al igual que está sucediendo con la inteligencia artificial, el momento social con la tecnología es diferente a cuando Apple lanzó el iPhone. El optimismo de que la tecnología empodera y libera, potencia e iguala ha sido sustituido por un subrayado mucho mayor de las externalidades negativas, del carácter alienante de muchos productos y de la permanencia de un capitalismo tecnológico con grandes desigualdades. La fábrica y su humo ya pasaron de ser prosperidad a ser contaminación, el tiempo pegado a una pantalla usando aplicaciones que impulsan chutes de dopamina va camino de ello.

La IA se enfrenta no sólo a críticas a problemas tangibles y reales a productos basados en ella, sino a una suerte de malestar social tendente a la visión apocalíptica, que precide grandes males sociales y existenciales y que aboga por parar el progreso tecnológico. Apple lanza un producto que evoca el aislamiento social (por ejemplo, la posicionan como una tele, con la diferencia que la actual la podemos compartir, es una experiencia familiar) y parte de la contestación pública va a ir en la línea que reflejan algunos en Twitter: no nos estás ayudando al empujar a tener una pantalla delante de la cara más horas al día.

La paradoja del intento de Apple es que subraya la privacidad mientras pone seis cámaras y varios micrófonos en tu cabeza y quien lleva las gafas te podría estar grabando; incide en que no te aislas cuando pone de ejemplo tenerlas mientras es el cumpleaños de tu hija y quien lleva las gafas podría estar a la vez mirando otras cosas.

Mi impresión es que Apple se empeña en comunicar más la realidad aumentada porque no quiere dar miedo, pero sospecho que es una lucha estéril hasta dentro de mucho tiempo. Me mojo: creo hay más futuro a corto y medio plazo en realidad virtual, abrazando del todo el otro plano en el que ves contenidos de forma inmersiva o juegas a videojuegos separado de tu entorno que en estar con tus hijos con unas gafas de este tipo puestas. Como otras veces, es probable que me equivoque.

No quiero acabar este análisis sin un apunte sobre ambas tendencias, las gafas de realidad mixta y la inteligencia artificial. Hay una síntesis posible que nos puede deparar hasta una realidad virtual poblada de “personas creadas con IA” en juegos y experiencias muy realistas hasta una realidad aumentada en la que tenemos al lado recreaciones de gente que realmente no está, o a las que sustituimos por otra. La IA va a jugar un rol clave en que esas experiencias nos conquisten o, quién sabe, nos produzcan el rechazo completo y absoluto de la sustitución de la realidad por su simulacro.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button