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Estados Unidos retrasa la descarbonización global

IMAGE: Lenny Kuhne - Unsplash

Desde hace ya algunos meses se rumoreaba que México se estaba convirtiendo en un país ideal para la localización de plantas de fabricación de vehículos eléctricos de compañías chinas, que están en fase de expansión y dispuestas a tomar el mundo por asalto. Costes laborales unitarios bajos, mano de obra cualificada, tradición industrial y un acuerdo de libre comercio con su vecino del norte, los Estados Unidos, que permitiría hipotéticamente inundar el mercado norteamericano con vehículos baratos, además de fabricar para la todavía escasa pero indudablemente creciente demanda del resto del continente.

Pero como es bien sabido, ese vecino del norte es cualquier cosa menos un vecino tranquilo: una exclusiva de Reuters revela que la Oficina de Representación Comercial de los Estados Unidos (USTR), alarmada por la posibilidad de tener fábricas de vehículos eléctricos chinos al sur de su frontera, se ha dedicado a presionar al gobierno mexicano para que no otorgue ningún tipo de subsidios a los fabricantes de automóviles eléctricos chinos, porque no puede permitir que su zona de libre comercio sea utilizada para que productos chinos puedan acceder a su mercado doméstico sin pagar aranceles.

Hasta el momento, el gobierno mexicano había ofrecido generosos subsidios a compañías de automoción para que instalasen factorías en su territorio. Ahora, un producto tan importante para la descarbonización del planeta como el vehículo eléctrico verá restringidas sus posibilidades de expansión en el continente americano debido a cuestiones comerciales, demostrando hasta qué punto los Estados Unidos anteponen sus intereses económicos a algo tan prioritario e importante como la descarbonización.

Aún así, sería posible que una factoría de BYD, cuyas negociaciones estaban ya bastante avanzadas, tomase la decisión de radicarse en México a pesar de la negativa gubernamental a otorgarle ningún tipo de subsidios. Mientras los Estados Unidos se dedican a ralentizar su transición al vehículo eléctrico, con unas compañías de automoción cada vez más conservadoras y dedicadas a fabricar absurdos vehículos híbridos, China está decidida a inundar el mundo de vehículos eléctricos a precios cada vez más razonables debido a la materialización de las economías de escala y aprendizaje en su fabricación.

Realmente, no parece que los Estados Unidos vayan a ser el mejor socio para descarbonizar nada.

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