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El «o pagas o te espío» de Meta, denunciado en ocho países europeos

IMAGE: Succo - Pixabay

Problemas para Meta: su propuesta de conminar a los usuarios en la Unión Europea a pagar 12.99 euros mensuales o bien aceptar ser espiados hasta la extenuación para que la compañía pueda traficar con sus datos ha sido, como era de esperar y como ya había anticipado hace algún tiempo, denunciada por ocho asociaciones de defensa de los consumidores en Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Noruega y la República Checa.

Las razones son claras y contundentes: esa fórmula no supone en absoluto un consentimiento informado, porque la compañía mantiene un secreto absoluto sobre el tratamiento que lleva a cabo de los datos de los usuarios que hace que, «misteriosamente», acaben en manos de cualquiera tras suplementarse con los de más de 28,000 compañías, y además, supone una absoluta coacción a los usuarios para que acepten el procesamiento de sus datos personales, lo que va completamente en contra de una decisión libre.

Dado que la ley exige que cualquier consentimiento proporcionado por los consumidores sea válido y cumpla con los altos estándares establecidos, que exigen que dicho consentimiento sea libre, específico, informado e inequívoco, la especie de chantaje planteado por Meta no es en absoluto válido. En estas circunstancias, la elección sobre cómo los consumidores quieren que se procesen sus datos pierde sentido y, por tanto, no es libre. Como comenté en su momento, nadie puede coaccionar a otra persona para que acepte renunciar a sus derechos fundamentales, y en la Unión Europea, la privacidad está claramente considerada como tal.

En el caso de Meta, además, concurre que la finalidad de los datos obtenidos no está en absoluto limitada ni especificada, la captura de esos datos no está en modo alguno minimizada – sino, de hecho, lo contrario, claramente maximizada – y el procesamiento no solo no es justo, sino mucho menos transparente.

En esas circunstancias, las sanciones para la compañía infractora por incumplimiento confirmado del reglamento pueden alcanzar hasta el 4% de la facturación anual global, y más importante aún, se puede ordenar a las empresas que detengan el procesamiento ilegal de los datos de los usuarios.

Según la Organización de Consumidores Europea (BEUC),

Meta ha intentado una y otra vez justificar la vigilancia comercial masiva a la que somete a sus usuarios. Su injusta elección de «pago o consentimiento» es el último esfuerzo de la empresa para legalizar su modelo de negocio. Pero la oferta de Meta a los consumidores es humo y espejos para encubrir lo que es, en esencia, la misma vieja acumulación de todo tipo de información sensible sobre la vida de las personas que luego monetiza a través de su modelo publicitario invasivo. Los modelos de negocio basados en la vigilancia plantean todo tipo de problemas según la GPDR, y es hora de que las autoridades de protección de datos detengan el procesamiento injusto de datos por parte de Meta y su infracción de los derechos fundamentales de las personas.»

Es exactamente lo que llevo tiempo diciendo: el modelo de negocio de Meta es ILEGAL, y tiene que ser detenido. Si el último intento burdo de coacción de consentimiento que Meta ha intentado falla y las denuncias de las asociaciones de consumidores europeas son aceptadas, la compañía podría finalmente verse obligada a reformar su modelo de negocio, y a optar por otros formatos de publicidad no basados en el espionaje constante de los usuarios.

Eso, además de suponer un durísimo golpe para su predatorio modelo de negocio, supondría además la caída de todo un enorme y asqueroso conglomerado de compañías dedicadas a espiar miserablemente a los usuarios con todo tipo de apps, páginas y cookies, un modelo que siempre estuvo en contra del consenso social, que hace que mucha gente se vuelva prácticamente paranoica pensando que sus dispositivos les escuchan, y que jamás debimos aceptar.

Veremos si además, alguien en Estados Unidos se para a pensar en lo absurdo de que los consumidores europeos tengan su privacidad mucho más asegurada que ellos frente a compañías tan claramente predatorias y nocivas como Meta. Una reflexión que tendría, francamente, mucho sentido.

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