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La responsabilidad sobre los delitos en la red

IMAGE: Adam448 - Pixabay

Amazon anuncia acciones legales contra los administradores de más de diez mil grupos de Facebook en todo el mundo dedicados a coordinar opiniones falsas y manipuladas sobre productos, alguno de ellos con más de 43,000 miembros.

El negocio de las fake reviews en Amazon es, desde hace mucho tiempo, una forma de estafa que muchas compañías deciden pagar para ser capaces de situar sus productos en una plataforma que puede, en muchos casos, significar un porcentaje muy interesante de sus ventas.

Durante años, Amazon, no solo ha hecho muy poco para evitar la corrupción espontánea de su sistema de valoraciones – a pesar de afirmar en su nota de prensa que tiene «más de 12,000 empleados en todo el mundo dedicados a proteger sus tiendas contra el fraude y el abuso, incluidas las reseñas falsas», sino que incluso ha permitido a los vendedores eliminar opiniones negativas genuinas mientras permitía abiertamente opiniones claramente laudatorias de personas que ni siquiera habían adquirido el producto.

Pero todo tiene un límite, y ante la perspectiva de que el sistema de reseñas se convierta cada vez más en completamente inútil y sin sentido, la compañía ha decidido tomar acción ante, al menos, las evidencias más claras de las llamadas «acciones coordinadas no genuinas» orquestadas para alterar el sistema, procediendo judicialmente contra los administradores de los grupos.

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Que una gran compañía como Facebook obtenga el nombre del administrador de un grupo de Facebook y proceda judicialmente contra él no es para tomárselo a broma: defenderse suele exigir, además de quebraderos de cabeza y preocupaciones, algunos gastos significativos, además de la evidencia de tener enfrente a alguien con un acceso ilimitado a los recursos judiciales y que puede perfectamente estar dispuesto a buscar casos ejemplificantes y apelar hasta el infinito y más allá.

Alguien que orquesta en Facebook un grupo para conseguir que una serie de usuarios se apunten a escribir opiniones falsas sobre productos a cambio de dinero es, simplemente y sin paliativos, un sinvergüenza con todas sus letras, un comportamiento flagrantemente delictivo y que merece cualquier tipo de acción judicial, como posiblemente la merezcan ya no solo los administradores, sino todos aquellos que participan en este tipo de esquemas. Dedicarte a recibir dinero de compañías a cambio de mentir en Amazon sobre la calidad de sus productos es participar en un esquema de corrupción que claramente merece castigo, como lo merecen muchos otros tipos de acciones fraudulentas en la web que tradicionalmente, se han beneficiado de la dificultad de llevar a cabo procedimientos judiciales en este ámbito.

Durante muchos años, la inexperiencia del sistema judicial a la hora de tratar con delitos en la red ha sido un incentivo para que internet se convirtiese en un sistema en el que prácticamente valía todo, porque en la mayor parte de los casos, los delincuentes se beneficiaban de estar en otros países o de identidades falsas que dificultaban en gran medida su persecución. Ahora, Amazon ha decidido perseguir a los grupos en los países en los que operan, lo que permitirá poner a algunos de esos delincuentes que posiblemente se creen «empresarios de internet» a buen recaudo. Muy posiblemente, algunos de esos sinvergüenzas trasladarán sus actividades a otro tipo de redes, a otros foros o a la dark web y mantendrán sus actividades, pero al menos, tendrán una fricción mayor para ello.

En la práctica, pensar que los delitos en internet se benefician de mayor impunidad es una falacia: todo lo que hacemos en la web queda eventualmente recogido en algún fichero log de algún servidor, y si bien los procedimientos necesarios para perseguirlo son diferentes, no son ni mucho menos imposibles, y todo depende de la voluntad que tengamos para hacerlo. Llevamos demasiados años siendo excesivamente permisivos con la delincuencia en la red y considerándola como «parte del coste de hacer negocios». Eso no debería ser así. A ver si el ejemplo de Amazon cunde y empezamos a perseguir cada vez más y a normalizar la acción judicial contra los delitos en internet.


This article is also available in English on my Medium page, «Finally, it seems Amazon is prepared to tackle fake reviews»

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