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El desastre del onboarding en los puntos de recarga de Endesa

IMAGE: Cargador Endesa Aparcamiento SABA Plaza del Castillo, Pamplona

Experiencia completamente surrealista: intentar recargar mi coche eléctrico en un punto de recarga de Endesa en el parking SABA de la Plaza del Castillo, en Pamplona. En pleno centro de la ciudad, con hoteles que utilizan algunas zonas del parking posiblemente hayan decidido no instalar sus propios puntos de recarga confiando en que los de Endesa funcionarían razonablemente bien… pero absoluta decepción. Interesante, para empezar, ver los comentarios sobre el punto en cuestión en Electromaps

Una decepción de esas que te deja completamente convencido de que nadie en Endesa ha dedicado ni media neurona a revisar o a plantearse la idea de que alguien realmente utilice sus puntos de recarga. Empezando porque había supuestamente cuatro puntos de los que dos directamente no funcionaban, porque la persona a cargo del parking no podía hacer absolutamente nada más que tomar nota del problema (y confirmarme que las quejas eran muy habituales), y terminando porque cuando llamas al número 800 que aparece cuando te da el último error en un proceso larguísimo, simplemente no hay nadie. Nadie. Ni un maldito call center han podido dedicarle. Ese es el compromiso de Endesa con la movilidad eléctrica.

El problema, sin embargo, no es que los puntos estén mejor o peor mantenidos, sino algo más primario: si quieres utilizarlos, tienes que descargarte una app, JuicePass, que obliga a un larguísimo proceso de rellenado de datos con todo tipo de opciones, a comprobar en dos ocasiones mediante mensajes SMS que tu correo electrónico es correcto y a nosecuántas cosas más que no recuerdo, todo simplemente para terminar diciéndote que te enviarán a tu domicilio una tarjeta RFID para que puedas recargar.

¿Perdón? A ver, vamos a ver: cuando una persona quiere recargar, lo que quiere es recargar, no contarle toda su maldita vida y milagros, la marca y modelo de su coche, el tipo de enchufe que tiene y los detalles de su tarjeta de crédito a Endesa, entre interrupciones para que confirmen que tu correo electrónico es tuyo o que tu tarjeta de crédito es genuina. ¿De dónde venía el iluminado que diseño ese proceso de onboarding, que por lógica tendría que ser completamente minimalista? ¿De un banco? ¿De Fort Knox? A ver, Endesa, que no estoy pidiendo la mano de tu hija ni ningún tipo de favor, que lo único que quiero es enchufar mi coche, recargar y pagar!!!! ¿Hay alguien en Endesa que haya simplemente intentado hacer como si fuera un cliente y llevar a cabo el proceso completo? ¿Nadie se ha dado cuenta de que las cosas se pueden hacer de otra manera?

Si me obligas a pasar por todos esos requisitos antes simplemente de poder saber si el proceso va a funcionar, me pones de un humor que me llevan todos los demonios. ¿A alguien en Endesa se le ha ocurrido pensar que si su cliente está en un parking, la cobertura puede ser un problema? ¿Por qué no diseñar un sistema en el que te enchufes, muevas tu tarjeta de crédito por delante del cargador y, oh, magia, se ponga a cargar? En su lugar, tienen que inventarse estúpidos procesos de onboarding en los que el cliente se pasa un buen rato – porque Endesa pensará que los clientes adoran ese tipo de procesos, supongo – para que, una vez que has terminado y tras proporcionarle a la app el número del cargador, te encuentres con que te dice que no funciona. Que «hay un problema», y que tienes que llamar a un número de teléfono para que te digan… no se qué, porque en ese número solo había una maldita grabación. ¡¡Y era un lunes por la mañana!!!

Si ese es el interés que Endesa pone en la movilidad eléctrica, espero que nadie confíe en ellos para recargar su vehículo. A lo mejor es que estoy muy malcriado: con mi vehículo, estoy acostumbrado a llegar a un punto de recarga de la marca, enchufar, y que el vehículo se cargue sin más trámites, y además, a gran velocidad. Cuando termina, simplemente me avisa en la app, y me cobra en mi tarjeta de crédito. Así me he recorrido media España, sin tener nunca ninguno de los problemas que algunos pretenden achacar a la movilidad eléctrica. Y así desde la primera vez que recargué. Nunca jamás he tenido ansiedad por no tener batería para poder llegar a ningún sitio. Y sobre todo, nunca nadie jamás me pidió que pasase por un ridículo y larguísimo proceso de onboarding mientras estoy en un aparcamiento y lo que quiero no es rellenar malditos formularios ni dar todos mis datos, sino algo tan sencillo como recargar mi vehículo. Y si surge un problema, resulta que no hay ni siquiera un teléfono en el que lo solucionen – eso para Endesa supongo que sera completamente implanteable – sino en el que, por lo menos, alguien me explique qué diablos pasa y me pida disculpas. No, es más fácil dejar una grabación, y a correr.

Asumo, además, que es muy posible que tanto Endesa como el lugar de instalación hayan cobrado subvenciones por la instalación del punto de recarga. Subvenciones que son, simplemente, una mentira: no hay los prometidos cuatro puntos de recarga, dado que dos ni siquiera funcionan, y recargar es un proceso complejísimo en el que no conseguí que funcionase ninguna de las apps con las que supuestamente se puede hacer, y ni siquiera fui capaz de lograrlo con la propia app que me obligaron a descargarme – para que al final, además, ni funcionase, ni pudiese saber qué diablos había fallado, porque Endesa ni se pone al teléfono. Y si encima, hubiese logrado hacerlo funcionar, según los comentarios en Electromaps, habría cargado a poco más que la velocidad de un enchufe corriente.

Al final, conseguí que el hotel en el que estaba me dejase enchufar mi vehículo a un enchufe normal en el parking, y como me quedaba una noche allí, pude salir con la batería convenientemente recargada. Pero frente a lo que debería haber sido un proceso sencillo e indoloro, me encontré dependiendo de favores de terceros y con la evidencia de que a Endesa, mis problemas o la popularización de la movilidad eléctrica le traen completamente al fresco. Francamente, si circuláis en un vehículo eléctrico, no confiéis que los puntos de recarga de Endesa van a a funcionar, y sí en que, si no habéis rellenado antes veinte formularios, pasaréis un rato muy entretenido haciéndolo.

Muchas gracias, Endesa, por una experiencia de cliente asquerosamente mala. Aquí te la dejo escrita por si te sirve para algo. Que por supuesto, me imagino que no.


This article is also available in English on my Medium page, «If you’re driving an EV in Spain, avoid Endesa’s recharging points if you can«

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