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Hablando sobre Windows, en El País

35 años de Windows: así ha llegado a 7 de cada 10 ordenadores de sobremesa en el mundo - El País

Isabel Rubio me envió algunas preguntas por correo electrónico para hablar sobre Windows, al hilo del 35 aniversario del lanzamiento de su primera versión, y ha citado algunos de mis comentarios en su reportaje titulado «35 años de Windows: así ha llegado a 7 de cada 10 ordenadores de sobremesa en el mundo» (pdf).

Windows es uno de esos productos que conforman los recuerdos de una parte importante de mi vida profesional, y que me hacen sentir viejísimo: empecé a dar clase en el IE cuando Windows aún no se utilizaba (y viniendo de bastantes años de uso de MS-DOS), viví su llegada y su brutal crecimiento, y eduqué a unas cuantas generaciones de directivos en su uso… hasta que unos pocos años después, decidí abandonarlo completamente, emigrar a la tierra de las manzanas, y no volver a mirar atrás 🙂

A continuación, el intercambio completo de preguntas y respuestas que mantuve con Isabel:

P. ¿Qué ha supuesto Windows en el ámbito de la informática?

R. En el desarrollo de la informática, Windows ha supuesto cosas buenas y malas. Por un lado, una expansión fuerte del uso gracias a una interfaz sencilla, que se universalizó muy rápidamente, y que resultaba fácil de entender. Por otro, un monocultivo muy fuerte de un sistema operativo muy poco seguro, excesivamente vulnerable, que obligó al uso prácticamente universal de programas antivirus, y que posibilitaba que prácticamente todas las máquinas fuesen enormemente vulnerables. Por otro lado, Microsoft utilizó Windows para generar una inflación de recursos constante que, en conjunción con los fabricantes de ordenadores personales, obligaba a cambiar constantemente de máquina. Una nueva versión de Windows implicaba prácticamente siempre un cambio de ordenador y hacía las delicias de los fabricantes, su principal canal, sin que realmente fuese necesario. Otro uso que Microsoft hizo de Windows fue el de utilizarlo como plataforma para el bundling, es decir, para incluir en ella cualquier programa que quisiese dominar, como el navegador: si Netscape, por ejemplo, conseguía un navegador bueno y se popularizaba, todo lo que tenía que hacer Microsoft era crear el suyo, e independientemente de su calidad, incluirlo gratis con Windows, lo que hacía desaparecer el incentivo para hacerse con Netscape. Esa estrategia puso a Microsoft en rumbo de colisión con la legislación antimonopolio, lo que resultó en la demanda a la que terminó teniendo que hacer frente.

P. ¿Cómo nació Windows y cómo era en sus inicios? ¿Cuál fue su primera versión y por qué se caracterizaba?

R. Los orígenes de Windows son una simple capa gráfica para gestionar de manera más sencilla el sistema operativo MS-DOS que seguía estando debajo. Básicamente, era una copia bastante descarada del sistema operativo gráfico que Apple ofrecía entonces, que de hecho, Apple llegó a denunciar como tal. Su primera versión se llamaba «Interface Manager», reflejando que era únicamente eso, una interfaz de usuario, pero el Windows 1.0 de noviembre de 1985 obtuvo muy poco éxito. Durante varias versiones, Windows fue exclusivamente eso, un interfaz gráfico, algo que consumía recursos, ralentizaba la máquina y obligaba a redimensionarla agresivamente. En realidad, tardó unas cuantas versiones en convertirse en un sistema operativo como tal.

P. ¿Y cuáles eran sus limitaciones? ¿Cómo era en comparación con lo que ofrecía en aquellos momentos la competencia?

R. Las primeras versiones de Windows eran bastante menos elegantes en su planteamiento que su competidor, Apple, que mantenía una fuerte ventaja. Fue el hecho de que Apple vinculase su sistema operativo a sus máquinas mientras Windows podía instalarse en cualquier máquina lo que permitió a Microsoft obtener una gran ventaja, unido al hecho de que, en realidad, las primeras versiones de Windows nunca llegaron a tener un precio como tal: la compañía permitía abiertamente su copia con el fin de incrementar su popularidad.

P. ¿Windows siempre se llamó así?

R. Su primera versión se llamaba «Interface Manager», reflejando que era únicamente eso, una interfaz de usuario que se situaba sobre el sistema operativo MS-DOS.

P. ¿Windows tuvo éxito desde un principio? ¿En qué momento se empezó a utilizar de forma masiva y por qué?

R. No, la primera versión fue muy poco popular y lanzada sin ningún tipo de ambición, probablemente porque era un producto sumamente tosco y que no ofrecía demasiadas ventajas. La versión 2 tuvo algo más de difusión, pero no fue hasta la 3 cuando comenzó el éxito.

P. ¿Qué hitos destacarías de la historia de Windows? (cuál ha sido su versión con más éxito o sus avances más importantes a lo largo de la historia?

R. Lo más interesante lo obtuvo la compañía con la tercera versión, que fue la que verdaderamente comenzó la popularización y estandarización masiva de su uso. Llegó a vender más de dos millones de copias en sus primeros seis meses, en muchos casos vinculadas con la venta de un ordenador nuevo. También cabe destacar Windows NT, la primera versión realmente multiprocesador y multiusuario, o Windows XP, que fue enormemente exitosa y duró mucho más tiempo de lo que la compañía quiso nunca que durase (y de hecho, se convirtió en el mayor competidor de sí misma, de muchas de las siguientes versiones de Windows)

P. ¿Y qué momentos han sido los más difíciles? ¿Recuerdas alguna decisión polémica que haya tomado la compañía?

R. El mayor desastre fue seguramente Windows Vista, una versión espantosamente mala en todos los sentidos y que muchos usuarios trataban de evitar permaneciendo en Windows XP. La crítica fue espantosa, fue calificada como de lenta y peligrosa, Wired dijo abiertamente que era un producto innecesario, CNET lo clasificó como uno de los peores productos tecnológicos de todos los tiempos, y desilusionó fuertemente a la industria de los ordenadores porque no fue capaz de tirar de las ventas como estaba previsto.

P. ¿En qué se ha convertido el sistema operativo?

R. El sistema operativo sigue siendo el entorno que se superpone a la máquina para que podamos utilizar las aplicaciones, pero por un lado ha ido adquiriendo e incorporando cada vez más funciones propias, y por otro, ha ido evolucionando en su interfaz, que ya no es tanto la de la «mesa de trabajo» y sí tiene que ver con otras cosas, como el trabajo en distintas plataformas, en las distintas máquinas que maneja un usuario, en la nube, o en metáforas ya completamente diferentes. Un sistema operativo no tiene que limitarse ya a gestionar una máquina, sino muchas otras cosas: debes poder copiar en tu ordenador y pegar en tu smartphone, o viceversa, etc.

P. ¿Cuáles dirías que son hoy en día los puntos fuertes de Windows?

R. El verdadero punto fuerte de Windows está en el dominio que Microsoft tiene de los entornos corporativos, lo que le permite generar ecosistemas en los que actúa como una especie de pegamento. En la práctica, cualquier versión gráfica de Linux ofrece prestaciones similares o superiores en estabilidad y en seguridad, además de ofrecer más control al usuario. De hecho, no es en absoluto descartable que Windows acabe funcionando sobre Linux.

P. ¿Y los puntos débiles o las limitaciones?

R. El punto débil fundamental que ha tenido a lo largo de su historia ha sido lo mastodóntico que resultaba y su muy débil concepción de la seguridad.

P. ¿Cómo crees que sería hoy nuestra vida sin Windows?

R. En realidad, la concepción de un sistema operativo gráfico en el que el usuario se manejase mediante un ratón ya había sido inventada anteriormente. Cabe pensar que de no haber sido Microsoft quien hubiese copiado a Apple y lo hubiese universalizado, habría sido otra compañía, y que, en realidad, la habilidad de Bill Gates, que era el alma de la compañía entonces, fue simplemente tener la audacia de vincular el sistema operativo a la venta de ordenadores de cualquier marca con una arquitectura determinada. Seguramente Windows ha jugado un gran papel en la universalización de la computación, pero también la ha hecho muy vulnerable. Si otra compañía con una filosofía algo más sólida y visionaria hubiese ocupado el papel de Microsoft, es posible que hubiésemos progresado más.

P. ¿Hacia dónde va la historia de Windows? ¿Consideras que este uso masivo se mantendrá durante muchos años?

R. Hablamos de una compañía que ha evolucionado mucho en los últimos años gracias a Satya Nadella, un directivo que ha sido capaz de enderezar el desastroso rumbo que la empresa había tomado bajo Steve Ballmer, probablemente uno de los peores directivos de la historia y que fue capaz de perderse todas y cada una de las revoluciones que ocurrieron durante su tiempo como CEO. La filosofía de Nadella ha posibilitado que la compañía vuelva a ilusionar, que eleve drásticamente su valor, y que pueda plantearse ser competitiva en áreas como la movilidad, que en su momento se perdió completamente.

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