consumer electronicsdjiDronesevolutionGeneraltechnology

Los drones como ejemplo del progreso tecnológico

IMAGE: DJI Mavic 3

Acabo de ver las características del nuevo dron que ha presentado DJI, el DJI Mavic 3, y me ha generado una reflexión sobre la velocidad del progreso de la tecnología: DJI lanzó su serie Mavic en septiembre de 2016, y ya era, de por sí, un aparato sumamente competitivo, plegable, con una cámara de 12MPX capaz de grabar videos 4K a 24 fps, un tiempo de vuelo de 27 minutos (y todas las prestaciones que han convertido el volar un dron en algo al alcance de cualquiera, con estabilización automática y retorno a base (RTH) cuando la batería desciende de un nivel determinado), y un rango de casi siete kilómetros.

El nuevo Mavic 3 tiene dos cámaras Hasselblad, una de ellas un gran angular de 128º y la otra un teleobjetivo híbrido de hasta 28X, vídeo 5.1K de hasta 50 fps o vídeo 4K de hasta 120 fps, y capaz de volar hasta 46 minutos en una sola carga y hasta quince kilómetros de distancia, con una función RTH capaz incluso de leer la información sobre el viento o de tomar decisiones como volar sobre obstáculos en lugar de rodearlos para así ahorrar energía.

Obviamente, no tengo especial interés en el caso concreto del dron de DJI, ni me dan nada por hablar de él. Sin embargo, la evolución de sus prestaciones sí me funciona muy bien para hablar de escenarios tecnológicos, porque como prueban perfectamente sus características, cuando hablamos de tecnología, tenemos que hacer nuestros planes en torno a este tipo de escenarios, en los que las prestaciones clave de un aparato son perfectamente capaces de duplicarse en muy pocos años, a pesar de que cuando se lanzaron ya estábamos hablando de aparatos muy optimizados y muy competitivos.

Comparar con los primeros drones que salieron al mercado, en los que quien los manejaba debía tener bastante preparación para simplemente mantenerlos estabilizados o para evitar perderlos si se quedaban sin batería en vuelos de cinco minutos, sería simplemente absurdo y sin sentido. En muy poco tiempo, hemos pasado a una magnitud completamente diferente, que permite usos muchísimo más evolucionados y avanzados, y que llevan el uso de un dron a una dimensión muy distinta. Ahora, podemos ver el uso de drones en todo tipo de contextos y como algo perfectamente normal, desde un simple fotógrafo en una boda hasta cualquier otro uso que se nos ocurra.

La otra cosa que evoluciona de una manera similar es el entorno legislativo: al inicio del desarrollo de una tecnología, el entorno no está desarrollado, y nos encontramos con problemas, abusos o todo tipo de situaciones que generan, a veces, hasta cierto nivel de alarma social. Con el tiempo, esa legislación se va acomodando, va ajustándose, en ocasiones con pasos hacia adelante y hacia atrás, con situaciones excesivamente limitantes que van dando paso a otras, con diferencias entre diferentes entornos y países, etc., hasta que se normaliza. Pensar en una tecnología a la luz de las limitaciones que la legislación le impone en un momento dado, sobre todo cuando está en sus inicios, suele resultar muy poco útil a efectos prácticos, y redundar en análisis incompletos que la minusvaloran y retraen las posibles apuestas que se puedan hacer en ella.

Cuando alguien no es capaz de imaginarse lo que una tecnología va a ser capaz de hacer en el futuro, es importantísimo lograr que entienda que el futuro no es solo paso del tiempo, sino también maduración de la tecnología. Y que en este tipo de ámbitos, esa maduración no es simplemente una ganancia de prestaciones gradual, sino incrementos por factores que resultan, en ocasiones, difíciles de imaginar. Ante este tipo de realidades, los escépticos tienden a analizar las posibilidades de una tecnología con arreglo a sus prestaciones del momento, obviando los incrementos que pueden llegar a desarrollar en un futuro.

¿Dónde estarán las tecnologías que más nos afectan en un plazo de no muchos años, considerando los avances en muchos de sus componentes? Probablemente, mucho más allá de lo que muchos alcanzan a imaginarse. ¿Qué oportunidades pueden surgir de anticiparse a esas mejoras imaginando nuevos usos para ellas?

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button