energyGeneralInvertiarenewablessolarsolar panelsSpainwind

Un impresionante mes de febrero…

IMAGE: OpenAI's DALL·E, via ChatGPT

Mi columna de esta semana en Invertia se titula «España, las renovables y los mitos» (pdf), y utiliza los impresionantes datos de generación energética en España durante el mes de febrero, en el que la generación solar y eólica dispararon su contribución hasta los 9,4 TWh para convertirse en el tercer mejor mes de la historia y el coste de la energía se situó en uno de los niveles más bajos de toda Europa, varios órdenes de magnitud por debajo de la pro-nuclear Francia. Las energías renovables contribuyeron a más de la mitad de la energía generada en nuestro país.

Es importante entender que meses de febrero como este van a ser, en el contexto de una emergencia climática cada vez más significativa y acusada, cada vez menos excepcionales. La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre está ya en torno a las 425.40 ppm, con las 425 ppm consideradas por muchos climatólogos como la frontera entre el estado actual, denominado desestabilización catastrófica del clima, y el siguiente, el de la desestabilización irreversible.

En estas circunstancias, las renovables son cada vez más el camino más lógico y razonable para un país con las características de España. Del mismo modo que tiene todo el sentido del mundo que los países del norte de Europa, con su orografía y clima, apuesten por la generación hidroeléctrica, lo tiene el que España apueste por la energía solar y la eólica: por un lado, hablamos de tecnologías que siguen reduciendo cada vez más su coste gracias a las economías de escala al tiempo que incrementan su eficiencia. Además, no generan emisiones ni prácticamente efectos negativos reseñables más allá de las injustificadas protestas de algunos insolidarios o de los que absurdamente pretenden ver en las energías renovables algún tipo de ideología. Y además permiten, mediante tecnologías ya existentes y en muchos casos sometidas a las mismas economías de escala, solucionar el teórico problema que supondría su intermitencia.

Cada vez está más claro que la intermitencia no va a ser un problema, y que decididamente, lo más absurdo y sin sentido sería tratar de cubrirla mediante una energía como la nuclear, no solo más cara tanto en su construcción como en su explotación, sino además, completamente carente de flexibilidad y que, por tanto, tiende a desincentivar la inversión en más renovables al distorsionar el mercado eléctrico.

España se ha alimentado principalmente de energías renovables durante este último mes, ha ahorrado muchísimo dinero en términos de importación de combustibles fósiles, y se ha evitado una gran cantidad de emisiones contaminantes, y todo ello a pesar de castigar consistentemente la curva de implantación de este tipo de energías con todo tipo de trabas administrativas a la instalación de parques eólicos o granjas solares. Es el momento de dejarse de mitos y de desinformación, y apostar por lo que tenemos que apostar.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button