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Corregir es mejor que censurar

IMAGE: X Community Notes

Un interesante estudio publicado en el prestigioso journal Information Systems Research, «A nudge to credible information as a countermeasure to misinformation: evidence from Twitter«, plantea si la corrección de la desinformación y las fake news mediante el añadido de comentarios apoyados por fuentes fiables adicionales, como plantean las Community Notes de Twitter (ahora X), puede ser una forma más eficiente de reducir su difusión que el simplemente eliminarlas o censurarlas.

El estudio tomó como sujeto precisamente esas Community Notes, y modelizó la difusión obtenida por 1,468 de esas actualizaciones, que contenían información errónea sobre temas de salud como el sarampión, las vacunas o el cáncer, y demostró que la política de estímulo de las Community Notes propuesta por la compañía efectivamente reducía la difusión de esa información errónea, es decir, que los usuarios eran mucho menos susceptibles de participar en la redifusión de esas noticias cuando estas aparecían acompañadas de desmentidos razonables y fuentes alternativas creíbles que las contradecían.

Las conclusiones pueden parecer relativamente obvias: a nadie le gusta quedar como un idiota participando en la redifusión de algo que puede ver perfectamente que es falso, pero resultan enormemente relevantes, porque indican claramente una forma de actuar diferente de la habitual: si en lugar de simplemente desechar o eliminar las noticias falsas, participamos en mecanismos que ayudan a poner las cosas en su sitio mediante enlaces y fuentes fiables, la difusión se reduce, y contribuimos a reducir el impacto de esa desinformación, que es lo que en último término importa.

Las Community Notes en X están bastante bien desarrolladas: en primer lugar, solo los usuarios que han sido autorizados por la compañía pueden participar en ellas, lo que permite verificar sus timelines y comprobar que no participan habitualmente en esquemas de desinformación organizados y que tienen un criterio adecuado como para ser útiles. En segundo, son anónimas, lo que evita que un verificador pueda ser acosado debido a su actuación como tal, algo que sin duda tendería a ocurrir dada la belicosidad y, en muchos casos, peligrosidad social de las personas que integran muchas de las comunidades que participan en esos esquemas. En tercer lugar, insiste mucho en el valor de las notas y pide al usuario que las genere con fuentes fiables y relevantes, y pide a otros usuarios que evalúen esa nota considerando si cita fuentes de calidad, si es fácil de entender, si se refiere directamente a la información contenida en la actualización original, si proporciona contexto relevante, si usa lenguaje neutral y no sesgado, u otras razones.

El resultado es que las Community Notes construyen una comunidad de verificadores diversa, relevante y activa, que participa en la creación de esas notas y obtiene precisamente lo que buscaba, que es reducir la difusión de la desinformación de manera más eficiente que si la compañía simplemente eliminase esas actualizaciones (lo que probablemente daría lugar a que volviesen a ser creadas, o a que fuesen redifundidas por otros canales con el añadido de «lo que X quiere silenciar» o «lo que no leerás en X».

La desinformación es un problema importantísimo, situado por el World Economic Forum como el número uno en prioridad en función del efecto que tiene sobre todos los demás problemas de la Humanidad. Luchar contra ella es sumamente complejo, y más en una era en la que crear cuentas falsas y esquemas pseudo-virales de difusión que se añaden a respuestas virales de grupos de interés o directamente de usuarios ignorantes, resulta cada vez más sencillo. Ahora, al menos, podemos comprobar fehacientemente que hay formas de luchar contra ella, y que funcionan mejor que no hacer nada o que tratar de censurar esa información.

Por último, una conclusión mía relacionada: los creadores del ficticio y absurdo «derecho al olvido» en la Unión Europea deberían leer este estudio: obligar a la actualización de las noticias sobre alguien con enlaces a información relevante que la desmienta es una forma mucho más transparente y razonable de luchar contra la desinformación que simplemente obligar a un buscador a que no la enlace, y es algo, socialmente, mucho más sano que inventarse un supuesto derecho. A ver si alguien con un mínimo sentido común se da cuenta de ello.

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