elderlyelectricityenergyGeneralInvertiaNaturgyscamSpain

Las eléctricas y las estafas

IMAGE: E. Dans

Mi columna de esta semana en Invertia se titula «Eléctricas y salteadores de caminos» (pdf), y surge de un intento de estafa a mi suegra por parte de una de esas compañías que intentan a toda costa capturar por todos los medios, aunque sean profundamente desagradables y deshonestos, contratos para algunas compañías eléctricas.

Vaya por delante que muy pocas cosas me parecen más profundamente despreciables que el que alguien monte un entramado societario para tratar de estafar a personas de cierta edad aprovechando su falta de familiaridad con la tecnología, y que por tanto, me llevan todos los demonios cuando hablo de estas cosas. Pero creo que es importante no solo divulgarlas, sino también tratar de que cambien.

¿En qué consiste la estafa en cuestión? Simplemente, en que recibes una llamada de alguien que te dice que «la comercializadora de energía de tu zona ha cambiado, y que a partir de ahora tus facturas serán enviadas por otra compañía». Pueden añadir cuestiones como que, además, te han facturado por error y te tienen que devolver dinero, y para generar confianza, te mencionan además algunos de tus datos, entre otros, el Código Universal de Punto de Suministro, conocido como CUPS, una clave de 20 o 22 dígitos alfanuméricos que es imprescindible para certificar el abastecimiento de energía eléctrica o de gas. Tras liarte con eso, te envían un SMS como el de la imagen, en el que te avisan de que han validado tu contrato (que tú no has solicitado ni aprobado), y que puedes descargártelo en un enlace.

Una combinación de métodos con la que consiguen cazar a muchos incautos, y por los que la compañía cobra, en este caso a Naturgy, unas jugosas comisiones. Es simplemente asqueroso: mi suegra lleva toda su vida con Iberdrola, está contenta con el servicio, pero de la noche a la mañana se encontró con que la habían cambiado, sin ella solicitarlo y completamente en contra de su voluntad, a Naturgy, y que tan solo una llamada mía a personas que afortunadamente conozco dentro de la compañía pudo evitar que el cambio se llevase a cabo.

Related Articles

¿De dónde obtuvieron el CUPS u otros datos? No tengo ni la más ligera idea, pero en los tiempos que corren, y con un número creciente de personas interesadas por ofertas para instalar equipamiento como paneles solares, aerotermia, etc., hay un buen número de páginas en las que te ofrecen una oferta personalizada a partir de que introduzcas el CUPS, lo que puede perfectamente hacer que haya bases de datos con estos códigos pululando por la red y siendo utilizadas por estafadores como estos.

¿Por qué ocurre? Por varias razones: en primer lugar, porque hemos creado una legislación tan enfocada a que cualquier usuario se pueda cambiar de compañía fácilmente, que lo hemos hecho demasiado fácil: basta con que tengas el CUPS de un usuario, para que puedas iniciar un procedimiento de cambio de comercializadora en su nombre, algo simplemente alucinante. A partir de ahí, tu comercializadora solo puede tramitarlo. En comparación, cambiarse de compañía de seguros o de telefonía resulta muchísimo más difícil, y al menos, la compañía original tiene derecho a llamarte y a tratar de renegociar contigo para que no te vayas. Aquí, aparentemente, no. Lo reciben. y lo tramitan.

En segundo lugar, porque algunas eléctricas, que de hecho han sido multadas por ello, tienen tan pocos escrúpulos, que aceptan integrar en sus canales comerciales a compañías que son auténticos depredadores, estafadores y timadores, con metodologías extremadamente agresivas enfocadas, sobre todo, a la caza y captura de personas de cierta edad. Es algo tan flagrante y tan asqueroso, que desde el Ministerio de Consumo deberían estar haciendo redadas y mystery shopping para meterlos entre rejas.

Finalmente, porque a pesar de los muchos avisos al respecto, aún quedan muchas personas que confían que a través de una llamada no solicitada en su puerta o a su teléfono puede aparecer una «maravillosa oferta» que les haga ahorrarse un montón de dinero. Desengáñate: NO, eso no pasa nunca. Jamás. Todo, absolutamente todo lo que te venga alguien a vender de manera no solicitada a tu puerta o a tu teléfono es un timo, una estafa, y vas a terminar, con total seguridad, pagando más de lo que pagabas. La venta a domicilio de puerta a puerta y la venta telefónica son canales que debemos considerar completamente agotados: ya solo existen como refugio de timadores, y nunca, bajo ningún concepto, debemos prestarles atención. La única manera en la que se puede contestar una llamada telefónica no solicitada es diciendo que estás en lista Robinson y mandándolos a paseo con la misma educación que ellos tienen contigo, es decir, ninguna.

Un mercado ya de por sí con una estructura complicada, y que además algunos resulta que intentan aprovecharse de esa estructura complicada para estafar a quien pillen por delante, con una marcada preferencia hacia personas de edad avanzada. Simplemente asqueroso. Esperemos que todos los responsables de ese tipo de esquemas se pudran en el más horrible de los infiernos.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button