Desde que vimos por primera vez los prototipos de lo que sería el ThinkPad X1 Fold de Lenovo, nos impresionamos, y es que en ese entonces no era tan común ver pantallas plegables que estuvieran bien aplicadas.
Para remate, lo que hemos visto a nivel de móviles de este estilo, a pesar de que han terminado con muy buenos modelos, en primera instancia eran bien poco afinados en materia de durabilidad.
Esta máquina es una tablet con Windows capaz de convertirse en un computador estilo “Netbook” (¿los recuerdan?) y sin duda sorprende. Lo primero es que su pantalla aguanta el uso de un stylus (que viene incluido), algo nunca antes visto a nivel consumidor en paneles flexibles, y no ha mostrado ninguna raya.
Además, el uso de accesorios es tremendamente inteligente, pudiendo llevar todo en un pequeño paquete que no utiliza más espacio que un libro gordo de tapadura, con un teclado Bluetooth que la máquina reconoce automáticamente para cambiar de forma. Es una maravilla eso de tener una pantalla gigantesca a tu disposición que tiene un computador decente adentro (Intel i5 de 10ma en el caso de nuestra unidad de prueba) y poder desplegarte con total libertad en un escritorio. Si necesitas que sea tablet, lo es ¿Un libro? También ¿Un laptop? por supuesto.
Por cierto, el trackpad es un poco chico, pero se entiende, y llama la atención el buen rebote de las teclas. Efectivamente me veo teniendo esto como máquina para usar en el día a día, aunque tendría mucho más sentido en un mundo más móvil, libre de pandemia. Eso sí, a nivel de especificaciones técnicas no es un computador para edición de video o juegos pesados, para ofimática es ideal.
Es por lo anterior que veo al ThinkPad X1 Fold como una apuesta futurista en el corto, mediano y largo plazo, como algo que funciona sorprendentemente bien hoy y que podría darnos un pequeño vistazo a cómo puede ser el futuro. Lo que sí, siento que Microsoft podría darle mejor soporte a este tipo de tecnologías. Lenovo trata de hacerlo lo más llevadero posible, pero la plataforma se “marea” de vez en cuando con las posturas del equipo. Nada grave, pero sufre ese pequeño mal de las tecnologías de primera generación, al menos a nivel de software.
Su precio, como con toda tecnología ultra nueva, es algo elevado (más de USD $2500), pero si la idea prende, esto puede convertirse en el estándar, en “lo común”, y me encantaría que así fuera.
Sobre su llegada a Chile, está confirmada y ya está abierta la preventa. En México costará desde los MXN $67,338 y ya está disponible.
