automotiveeconomyelectric carenergyGeneralprohibitionsustainabilitytransportationUK

Adelantando la prohibición del motor de combustión interna

IMAGE: Geralt - Pixabay (CC0)

El Reino Unido, que originalmente había fijado la prohibición de la venta de vehículos con motor de combustión interna – diesel, gasolina e híbridos – para el año 2040, tomó el pasado febrero la decisión de adelantar dicha prohibición cinco años hasta 2035, para encontrarse inmediatamente con que sus asesores en el Committee on Climate Change (CCC) reclamaban que, en realidad, para ser efectiva, esa prohibición debía adelantarse aún más, hasta 2032. Ahora, de acuerdo con fuentes de The Guardian, esa prohibición podría adelantarse hasta 2030, en respuesta a la pandemia de COVID-19 y como parte de un paquete de estímulos para desarrollar la economía con criterios de sostenibilidad.

La idea es que a partir de 2030, los únicos vehículos que puedan adquirirse en el Reino Unido sean eléctricos, bien de batería o mediante pila de hidrógeno. Para ello, se prevén incentivos que alcancen las seis mil libras por eliminar un vehículo de combustión interna y adquirir uno eléctrico, así como el desarrollo de una amplia red de carga – incluso McDonald’s se apunta a ello – y otras medidas, como la prohibición de la publicidad de los grandes y muy contaminantes SUV por considerarlos un producto claramente nocivo.

La realidad es que las energías limpias en el Reino Unido están avanzando a muy buen ritmo: el incremento sustancial en la generación de energía solar y eólica fue capaz de suministrar el 47% del total en el primer trimestre de 2020, con costes entre un 30% y un 50% más baratos de lo que el gobierno había estimado inicialmente. La petrolera británica BP planea reducir su producción de petróleo y gas en un 40% para 2030 mediante fuertes inversiones y adquisiciones en renovables, y posicionarse como uno de los proveedores más importantes del mundo de energías limpias. De hecho, las predicciones de la compañía adelantan un futuro muy negro para la industria del petróleo en su conjunto, dado que prevén que la mitad de las reservas comprobadas de petróleo en el mundo, 1,7 billones de barriles, no serán extraídas porque nunca serán necesarias, y constituyen, como tales, activos ya amortizados.

Si el Reino Unido confirma su intención de adelantar la prohibición de la venta de vehículos de combustión interna hasta 2030, se unirá a un selecto grupo de economías desarrolladas entre las que están Alemania, Irlanda y los Países Bajos, además de Noruega, que planea su prohibición en el año 2025 pero que lo tiene mucho más sencillo, dado que hace ya tiempo que más de la mitad de las ventas de vehículos nuevos en el país son de eléctricos. Otros países, como Francia o España, mantienen aún la prohibición en el año 2040, una fecha que únicamente hace felices a unas compañías automovilísticas que ya se han visto obligadas a cambiar su estrategia desde que fue fijada originalmente, y que no permite hacer frente a ningún tipo de compromiso medioambiental mínimamente serio.

El mercado de la automoción está cambiando, y la recuperación de la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19 deberá basarse necesariamente en la sostenibilidad y las energías limpias, y aprovechar esa transición para dinamizarse. Vayamos asumiéndolo ya.


This article was also published on Forbes, «We need to bring forward the ban on internal combustion engines«


Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button