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Apple cumpliendo la DMA deja dos preguntas: ¿hasta dónde llegará el amor de los desarrolladores? y ¿por qué la Unión Europea legisla tan rematadamente mal?

TikTok podría jugar la carta de música generada con inteligencia artificial, pero le falta la fuerza de la cultura

Universal Music Group advierte de que retirará canciones de TikTok tras expirar su acuerdo, de hecho ya ha comenzado a hacerlo. La aplicación ha respondido que UMG “ha puesto su propia codicia por encima de los intereses de sus artistas y compositores”.

Hay dos debates en esta discusión. El primero es si TikTok es un espacio de “marketing” del artista y la canción, que permiten darlo a conocer y hacer mucho más negocio por otras vías. O si es más bien un entorno de consumo completo de la obra, en la que los más jóvenes sobre todo no acaban de buscar al artista a posteriori porque toda la experiencia empieza y acaba en TikTok.

Eso nos lleva al segundo debate ¿quién tiene una mejor posición a corto y largo plazo, la plataforma o la discográfica? Mi impresión es que Universal a corto tiene la fuerza de negociación que siempre han podido esgrimir y que ha evitado que la digitalización de las llevara por delante: como poseen un catálogo enorme sin el que ni Spotify ni Youtube ni TikTok pueden pasar, son capaces de forzar acuerdos ventajosos, mejores de los que los nuevos talentos alcanzarían yendo por libre.

Pero no despacharía a TikTok sin anotar que a largo plazo su posición es posiblemente mejor. Es el interfaz entre usuarios y la música para los más jóvenes y además ha armado una suerte de fenómeno cultural en el que se mezclan creadores de internet, vídeos rápidos y adictivos y remix de música. Cierto que Instagram y Youtube lo han copiado, también que ahora TikTok tiene incentivos para intentar captar más partes de la cadena de valor de la industria musical.

Por las obsesiones propias llevo siguiendo sus avances con la música generada con IA. Leyendo esta pieza de The Verge se puede concluir que en lo técnico están muy lejos de que la música generada con inteligencia artificial valga la pena sin mucho trabajo experto humano en el proceso. Lo que están probando en TikTok queda lejos en planteamiento y resultados del “cualquiera con una IA podrá plasmar sus ideas en canciones con potencial”.

Y hay algo adicional en lo que TikTok todavía se queda corto respecto a las discográficas y el engranaje cultural: mientras que los grandes artistas resuenan en todos lados como iconos y celebridades, los creadores de TikTok suelen quedar mucho más circunscritos al ámbito de la aplicación con dificultades para saltar a la categoría de ídolos fuera de ella. Universal coloca a sus escasas estrellas en todos lados, TikTok se queda cruzada de brazos y que sus millones de creadores se busquen la vida.

Mi impresión es que no sólo compartimos o mezclamos o utilizamos una canción por como suena, sino que la parte de vincularnos a su creador nos resulta importante. ¿O quizás es que tengo pienso demasiado como un señor del siglo XX?.

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Apple cumpliendo la DMA deja dos preguntas: ¿hasta dónde llegará el amor de los desarrolladores? y ¿por qué la Unión Europea legisla tan rematadamente mal?

Veníamos de esto, de Apple es el gran parásito de la economía digital. Y se suponía que la DMA de la Unión Europea venía a evitar un abuso de posición dominante: el de un fabricante de dispositivos que controla su sistema operativo y que gracias a ello impide la competencia en otro mercado, el de la distribución de software y venta de bienes digitales. Con la DMA se les obliga a permitir otras tiendas de aplicaciones que compitan con la suya.

La forma en que Apple ha planteado su acatamiento de la ley parte de dos principios. Se mantienen como intermediarios y vigitantes de lo que los desarrolladores pueden hacer en el dispositivo, algo que les puede generar simpatías del regulador bajo el argumento “controlamos lo que otros hacen con loos datos de los usuarios”. El segundo principio es que no piensan a renunciar a que los desarrolladores le paguen por usar iOS.

De esta manera, y sólo en la Unión Europea, Apple permitirá las tiendas de aplicaciones de terceros, pero seguirá insistiendo en la revisión de dichas apps, sólo permitirá que las tiendas de aplicaciones sean “principalmente tiendas de aplicaciones” (por lo que no se podrán vender juegos en la app Netflix) y no permitirá instalar una tienda de aplicaciones desde dentro de la App Store de Apple: los usuarios tendrán que ir a su sitio web.

El punto más interesante es que llegará a exigir un pago por cada instalación desde dichas tiendas. Los desarrolladores que opten por utilizar tiendas de aplicaciones alternativas tendrán que pagar una “tarifa tecnológica básica”. Apple cobrará 0,50 euros por instalación al año (el primer millón de ellas gratuito) a las aplicaciones, aunque no sean de pago. Ofrecen una calculadora aquí para los nuevos costes.

El objetivo es que no haya una tienda alternativa viable. Si Meta pusiera Whatsapp o Instagram en una de ellas, de repente se podría ver con una nueva línea de costes. The Verge ha estimado que bajo las nuevas reglas, Meta tendría que pagarle a Apple 73 millones de dólares al año solo por las actualizaciones de Facebook. ¿Hay alguna tienda a considerar que no viniese con las aplicaciones más populares? Está claro que no.

Si la Unión Europea acepta este escenario como cumplidor de la DMA entonces no cabe sino concluir que estamos ante unos legisladores realmente incompetentes. Sólo van a empeorar la experiencia de usuarios de iOS, hacerla más confusa, a cambio de no conseguir un entorno realmente competitivo en la distribución de software y bienes digitales.

De hecho se mantiene el status quo: con iPhone, Apple consigue lo que no sucedió en el PC, el control de qué se puede ejecutar y qué no y la capacidad de captar hasta un 30% del resto de la industria digital. Este ejemplo es sangrante, para muchos servicios se ha diseñado que la alternativa a la actual comisión de Apple sea un disparate.

La otra pregunta que me hago es cuánto durará el amor de los desarrolladores por Apple. Tenemos las quejas de los habituales: DHH, Spotify, Epic y en España, Uptodown. Son parte interesada, perjudicados claros.

Lo que no me parece tan evidente es la posición de la gran mayoría de empresas y desarrolladores de software. Hasta ahora parecían apreciar la posición de Apple como un dictador que ponía todas las reglas, pero al que someterse con gusto porque había generado un ecosistema en el que podían prosperar. Preferible a una libertad con mucho menos negocio, aunque hubiera que ceder un 30% a la empresa más rica del mundo.

Ahora que parece más claro todavía que para mantener sus mágenes en Apple están dispuestos a inventarse conceptos como el pago por instalación que nunca habíamos visto en sistemas de propósito general y con ello evitar cualquier conato de competencia que beneficie a usuarios y desarrolladores (con menos comisiones por ejemplo), ¿se mantendrá este amor por el dictador?.

Breves

Gary Bowser, el hombre que fue pillado vendiendo modchips para la Switch entre otras consolas, pasó dos años en prisión y pagará a Nintendo el resto de su vida. The Guardian.

El BYD Seal es una buena piedra de toque para comprobar el nivel de los coches chinos. Análisis en Motorpasión.

“Cuando me preguntan cuál es la conocimiento imprescindible que debemos enseñar para entender mejor el mundo, siempre respondo que la estadística”. Santiago Sánchez-Migallón.

Carles Planas me entrevistó en El Periódico sobre los últimos 25 años de internet.

WSJ sobre la caída a plomo de 23andme. El fracaso de la empresa de tests genéticos a la hora de entrar en el desarrollo de medicamentos se ha traducido en oleadas de despidos y una brecha de seguridad con filtración de datos de sus usuarios.

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