Vamos. amigas y amigos. con el resumen semanal de tendencias en tecnología. Esta semana hacemos doblete tras la discusión sobre las personas sintéticas.
Cada vez oigo más audiolibros en Audible, y Spotify llegará pronto
Los suscriptores de pago de Spotify en el Reino Unido y Australia podrán escuchar 15 horas al mes de audiolibros sin coste adicional a partir de esta semana, según informa la empresa. Después, los suscriptores podrán pagar 11 dólares -una cantidad igual a la suscripción mensual actual- por otras 10 horas de escucha. Spotify tiene previsto implantar el programa en EE.UU. este invierno.
Confieso que no entiendo bien el esquema de precios. Para los lectores – oyentes – menos intensivos es muy favorable, sus 15 horas sin añadir coste; para los enganchados al formato no acaba de encajar, podrían superar las 25 horas y tener que seguir pagando bono tras bono. Quizás el primer caso se explica desde el momento en que si Spotify sustituye los royalties que paga a los músicos por otros más ligeros a las editoriales le encajen los números. Es algo que ha venido explicando su movimiento hacia los podcasts.
Yo estoy ahora mismo medio contento con Audible. Por un lado es competitivo en precio (tiene prueba gratis y meses gratis si eres de Amazon Prime) y acabas pagando 9,99 por tarifa plana con las novedades a la venta aparte. Por otro sólo leo (oigo) audiolibros de ensayo, “no me entra por el oído” demasiado bien la ficción (cuya lectura encuentro un momento creativo y prefiero con mucho leer como siempre). Damasio, Bill Bryson, Dennett, Taleb, Sapolsky, Sonia Fernández-Vidal… por ahí andan mis lecturas (escuchas). Eso sí, casi ninguno entraría en lo que Spotify incluye gratis, 15 horas al mes y la industria y Audible parecen orientarse mucho más a la ficción.
Los años de actualización de sistema del teléfono móvil puede esconder un truco
Iván en El Hype entra a fondo en un tema polémico e interesante, del salto de poco más de dos años de actualizaciones de sistema operativo para la mayoría de móviles, a promesas de hasta siete años. Algo a subrayar es que hay que diferenciar entre actualizar sólo para incorporar los parches de seguridad y actualizar con todas las novedades funcionales de los nuevoss sistemas operativos.
Discuten Sabán y Aguilar sobre si esto puede condicionar futuros desarrollos de sistemas operativos, que tendrán que contener sus requisitos hardware a lo que equipan móviles de hoy. Por cierto, no olvidaría que aunque Apple tiene fama de que sus iPhone son los móviles que más se actualizan, fue condenada por relantizar a propósito el móvil para inducir a que el usuario comprara un modelo nuevo.
Bayona sobre inteligencia artificial en el cine
Dice en La Vanguardia (vía la lista de correo de Delia Rodríguez)
Después de participar en la saga Jurassic World y los dos primeros capítulos de la serie El señor de los anillos, con un sistema de producción “muy rígido”, Bayona señala que “necesitaba libertad y eso se notó mucho en los primeros días de rodaje, probando cosas, con muchos ensayos”. Sobre el uso de la inteligencia artificial opina que “lo peligroso no es la herramienta sino el uso que se haga. En el terreno creativo ahí existen los riesgos, pero realmente las películas funcionan por si tienen alma o no, no por el algoritmo, y eso es algo que no puede replicar la IA. En Hollywood llevamos muchos años viendo películas escritas según un patrón. Pero cuando rompes los esquemas y creas algo realmente novedoso y con alma se revienta la taquilla. Hay que separar mucho los datos con el conocimiento, que es el de la elaboración de esos datos y ahí es donde entra el alma. Y eso no se va a poder replicar con una máquina”.
Me ha interesado porque abunda en mi tesis de que la cultura dirigida por datos mató al genio creativo e intuitivo y la inteligencia artificial potenciará el proceso. Ahora bien, creo que Bayona hace bien en matizar ese “cuando rompes los esquemas y creas algo realmente novedoso y con alma se revienta la taquilla”. Es también cierto que obras originalísimas se la pegan financieramente, de ahí que supongan un riesgo. Y aquí depende de si quieres un negocio previsible con unas rentabilidades que se pueden anticipar o quieres vivir en la montaña rusa de las producciones a la antigua escuela. Es algo que refleja muy bien The Offer, la serie sobre el rodaje de El Padrino y que está razonablemente bien (eso sí he visto la trilogía como una decena de veces y he puesto muchas ganas en esta serie… a la que le sobra la mitad del metraje).
A Electronic Arts le sale muy bien dejar ‘el FIFA’
Electronic Arts gastaba 150 millones de dólares al año en la licencia de la marca FIFA para su serie de fútbol y la FIFA quería más dinero (al menos 300 millones), así que EA cambió la marca del juego a “EA Sports FC”. El nuevo juego cuenta con un 25% más de reservas que el lanzamiento de FIFA del año pasado.
Claro que no todo es de color de rosa para EA, para asegurarse de que todo el mundo se entere del cambio de nombre están gastando como nunca en marketing, liga española incluida. En un mercado en el que de facto no tienen competencia y con el fútbol impulsado por una nueva generación de estrellas, parece muy claro que el valor lo ponen ellas, los equipos y la calidad del juego. No la FIFA.
Breves
Datos personales de más de 100000 clientes de PTV Telecom filtrados en una brecha de seguridad. Banda Ancha.
La UE se plantea una potencial persecución a los usuarios de IPTV. La ley Hadopi amenaza con resurgir. Javier Pastor en Xataka.
Adobe Photoshop cada vez es más parecido en la web a la versión de escritorio. Las novedades me llevan a pensar a que estamos llegando al punto que empezamos a discutir ¡hace 20 años!.
The Register con un análisis del momento delicado que vive Mozilla, muy abajo en cuota de mercado, con varios fracasos a la espalda (recordemos Firefox OS) y dependencia en los ingresos de Google.
“La deuda será cada vez más frecuente”: las alternativas de las startups españolas para captar dinero en pleno invierno inversor. Business Insider.
El estado de Twitter según Bloomberg: Los anunciantes han vuelto, pero gastan menos dinero que antes; la empresa es rentable si no contamos el pago de la deuda (es decir, no lo es); Twitter Blue, que actualmente cuesta 7,99 dólares, se dividirá en Basic, Standard y Plus. Veremos.
