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La industria tecnológica y sus redefiniciones

IMAGE: Ceci n'est pas une pipe - René Magritte

Un juez federal en San Jose (CA) acepta una demanda contra Alphabet, Inc. por seguir recolectando información de sus usuarios incluso cuando estos decidían utilizar su modo incógnito o de navegación privada.

El caso, presentado por tres usuarios como demanda colectiva que podría afectar a millones de usuarios que utilizaron el modo incógnito en su navegación, reclama unos cinco mil dólares por usuario debido a la violación de las leyes federales sobre escuchas telefónicas y de la legislación de privacidad del estado de California.

¿Cómo entender una demanda de este tipo? En realidad, lo que los usuarios reclaman y el juez acepta es una cuestión prácticamente terminológica: la inveterada costumbre de la industria de la tecnología por tratar de redefinir conceptos, en ocasiones de una manera completamente inaceptable. La obra de René Magritte de 1929, titulada «La Trahison des images« y conocida habitualmente como «Ceci n’est pas une pipe» tenía al menos una justificación filosófica: la pintura del artista belga no era como tal una pipa que podia ser rellenada y fumada, sino tan solo la imagen de una pipa. En el caso de la industria tecnológica, denominar «modo incógnito» a algo que no solo no lo es, sino que además permite que la navegación de los usuarios sea monitorizada e incorporada a un fichero para su estudio es algo que, si no es como tal completamente inaceptable, seguramente debería de serlo.

¿La respuesta de Google? No pasa nada, porque el navegador avisaba a los usuarios cada vez que abrían una ventana en modo incógnito de que «incógnito no significa invisible», y que las páginas web podían recopilar información sobre su actividad. Ya, pero es que hay un problema: la funcionalidad se denomina «modo incógnito», y eso genera unas expectativas en el usuario lógicamente asociadas a lo que supone el término «incógnito«, que supone que una persona quiera pasar por desconocida. Si una compañía presenta un producto con el término «incógnito», se convierte como tal en la potencial generadora de un problema, que seguramente termina con que un amplio porcentaje de usuarios interpretarán ese producto como un garante de privacidad, independientemente de que lo reflejes en tus términos de servicio, de que pongas un aviso al respecto o de que todos en la industria lo sepan.

No, los usuarios no son insiders de la industria ni pretenden serlo: son simplemente usuarios, y el etiquetado o la denominación de los productos que utilizan deberían estar suficientemente claros. Si además, el inmediato beneficiario del intento de redefinición de ese término es tu compañía, gracias a la confusión que consigue generar en los usuarios, peor aún. Llevo años encontrándome en mis clases con alumnos que, efectivamente, creían que el modo incógnito escondía sus hábitos de navegación de la voracidad de las compañías dedicadas a recopilarlos.

¿Cómo no protestar, por ejemplo, por una redefinición de la privacidad tan brutal como la que ha llevado a cabo Facebook a lo largo de los años, en la que cualquier foto que subas a su plataforma, independientemente de que esté etiquetada como privada, es exhaustivamente analizada mediante algoritmos de machine learning para tratar de deducir todos los datos posibles utilizando cualquier objeto presente en ella, para posteriormente ofrecer esa información a los anunciantes? ¿No es eso redefinir completa y drásticamente el término «privacidad»? ¿Cómo entender, si no es como una redefinición del término, que un producto llamado «Autopilot» no sea en realidad un piloto automático como tal, sino un conjunto de ayudas a la conducción que siguen requiriendo la plena atención del conductor?

Como bien dice Edward Tufte, «solo hay dos industrias que llaman ‘usuarios’ a sus clientes: las drogas ilegales y el software«. A lo mejor es el momento de empezar a plantearse abandonar denominaciones deliberadamente alucinógenas para que los productos generen falsas expectativas, y tratar a los clientes con un poco más de respeto.


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