aiartificial intelligencefakefake newsGeneralgooglemachine learningSundar Pichai

De los creadores de «inventaron su propio idioma», llega «aprendió él solo a hablar bengalí»…

IMAGE: Lying face emoticon

Hace algunos años, una noticia recorrió los mentideros tecnológicos: dos ordenadores de Facebook en los que se estaba probando un algoritmo para la negociación con humanos habían inventado su propio idioma, y los investigadores de la compañía, supuestamente aterrados, los habían tenido que desconectar.

La noticia no solo era un fake de libro, sino que era una completa estupidez: simplemente, el algoritmo se dedicaba a repetir tantas veces una palabra como unidades de ella quería negociar, lo que lo convertía en absolutamente inútil para la negociación con humanos (¡buena suerte si quieres comprar diez mil bolígrafos, porque te van a dar las uvas!). Los investigadores, simplemente, habían abandonado el proyecto al darse cuenta de que no iba a servir para nada. Sin embargo, la noticia falsa cayó en terreno abonado: basta que digas «algoritmo», «inteligencia artificial» o algún término parecido, para que la cultura popular pase inmediatamente a pensar en Terminators y en ordenadores acabando con la humanidad.

Ahora, ha sido Sundar Pichai, una persona supuestamente inteligente, el que ha alimentado el enésimo bulo: que uno de sus algoritmos ha aprendido «por su propia cuenta» a hablar bengalí. De nuevo, una fake news de libro, como podemos comprobar si simplemente buscamos la frase y vemos el tipo de publicaciones amarillas y sensacionalistas que la reseñan. ¿Qué pasó? Que Sundar Pichai dijo algo sobre lo que estaba mal informado en una entrevista de 60 Minutes, que un algoritmo había aprendido a hablar bengalí sin haber sido entrenado para ello (cuando, en realidad, sí lo fue en una versión anterior), y a partir de ahí, la idea ficticia de que un algoritmo es capaz de aprender un idioma por su cuenta corre como reguero de pólvora y llega hasta a El Hormiguero, donde un iluminado se dedica supuestamente a «solucionar tus dudas tecnológicas» (o a crearte más, en realidad).

No, por supuesto que los algoritmos no van por el mundo aprendiendo idiomas por su cuenta. Centremos la cuestión, por favor: un algoritmo hace aquello que le programas que haga. No tiene conciencia, no tiene inteligencia, no tiene más objetivo que el que define su programación, y no se puede programar como «acaba con la humanidad» ni nada parecido. Dejémonos de estupideces: la inteligencia artificial no es ni inteligencia – es un conjunto de funciones estadísticas – ni mucho menos, artificial – no hay nada más natural que los datos que nosotros mismos generamos. A base de llamarla «inteligencia artificial» y de compartir estupideces y mentiras, solo vamos a conseguir que un cierto número de personas sin criterio para identificar las noticias falsas se mantengan, en función de miedos infundados, alejadas de una tecnología que sin duda va a marcar la próxima etapa de la evolución humana, la forma en la que trabajaremos y en la que haremos muchas más cosas.

Es urgente, y repito y en mayúsculas, URGENTE, que las personas aprendan a usar algoritmos. Que hablen con Alexa, con Google Assistant, con Siri, con ChatGPT, con Perplexity.ai o con quien quieran, que será por falta de algoritmos. Que aprendan a preguntar, que no es tan fácil como parece, que se den cuenta de la diferencia entre preguntar en un idioma o en otro, de preguntar de una manera o de otra, de hacer ingeniería con las preguntas para incluso introducir personajes, crear dicotomías o infinitas posibilidades más, y que se familiaricen con unas herramientas cuya barrera de entrada va a disminuir cada vez más. Dentro de muy poco tendremos algoritmos personales educados por nosotros mismos para todo, y sin embargo, habrá unos cuantos pobres ignorantes que seguirán sin acercarse a ellos y sin utilizarlos por miedo a que los asesinen mientras duermen.

Cuando veas noticias como esas, párate a pensar antes de compartirlas, o mejor aún, haz un poco de investigación por tu cuenta. Es la única manera de hacer las cosas mínimamente bien.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button