articlesCEPAEuropean UnionGeneralinnovationinvestmentregulationSpaintalenttechnology

La presidencia española de la Unión Europea y la actitud ante la tecnología

IMAGE: CEPA

Desde el Center for European Policy Analysis (CEPA) me pidieron un artículo, al hilo de la llegada de España a la Presidencia de la Union Europea, en el que se discutiese si España se había convertido en uno de los países más anti-tecnológicos de la UE. El artículo se titula «Should We Expect a Spanish Tech Inquisition (pdf), y fue publicado ayer. Lo escribí originalmente en inglés, por lo que no tengo versión en español.

Tras episodios como la expulsión de Google News del país en 2014, que puso al país en la situación de ser la única democracia en el mundo en la que Google News no estaba presente, y de episodios como los de Uber, Deliveroo y otros, España está consiguiendo cultivar una reputación de país reaccionario ante la tecnología que puede resultar preocupante de cara a atraer posibles inversiones y talento, y que ahora podría verse aún más reforzada con el intento de liderar la restricción del cifrado de extremo a extremo.

Traté de escribir un artículo en tonos positivos y razonablemente constructivo, aunque tiene también su dosis de crítica: después de todo, y aunque algunos de esos episodios fueran errores políticos de magnitud significativa y demostrasen una patente inadaptación de los políticos españoles al contexto tecnológico, otros han terminado demostrándose como acciones regulatorias adelantadas a su tiempo y a su contexto, que de hecho han sido posteriormente tomadas como modelo en otros países. En cierto sentido, España ha jugado un cierto papel de control frente a abusos como la mal llamada sharing economy, que terminaba redundando en situaciones de explotación laboral y condiciones abusivas para muchos trabajadores, o de intentos tempranos de corregir los problemas relacionados con la ingeniería fiscal de algunas compañías tecnológicas, que terminó convirtiéndose en el germen, en 2021, del acuerdo del G7 para implantar un impuesto de sociedades común del 15% para las compañías con actividad internacional.

Esperar que la presidencia española de la Unión Europea se convierta en una especie de azote de la tecnología me parecía, simplemente, poco realista. Pero tras haber entregado el artículo, las revelaciones de Wired sobre la intención de España de liderar la inútil persecución del cifrado de extremo a extremo parece hecha especialmente para demostrarme que no es así. Esperemos que solo sea un episodio aislado, que se rectifique lo antes posible, y que se tome una postura frente al hecho tecnológico digna de un país razonablemente desarrollado.

Related Articles

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button