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Limpiando la órbita terrestre

IMAGE: NASA

Cada vez surgen mas noticias que tienen que ver con la idea de limpiar la basura espacial de una órbita terrestre cada vez más saturada de objetos artificiales que ya no cumplen una función útil, desde naves espaciales no funcionales, etapas abandonadas de vehículos de lanzamiento, escombros relacionados con la misión y escombros de fragmentación.

En la edición 2020 de Netexplo, la cita con la innovación que UNESCO celebra todos los años en París y que este año tuvo lugar en formato virtual, otorgué mi máxima calificación a una compañía dedicada a este tipo de tareas, la japonesa Astroscale, que finalmente resultó además ganadora del evento, y grabé un breve vídeo explicando (min. 5:47) mis razones para ello. Ahora, la compañía está planificando su misión de demostración para el próximo marzo, en la que tratará de demostrar la tecnología que utiliza para la captura y retirada de un satélite, forzando su reentrada en la atmósfera, en donde se destruirá por completo.

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La idea es convencer a todas las compañías encargadas del lanzamiento de satélites para que incorporen la tecnología necesaria para que Astroscale pueda adosarse a ellos y llevar a cabo tareas que van desde el mantenimiento remoto, hasta su destrucción.

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Otras compañías están desarrollando ideas similares, incluidas algunas europeas, con la idea de que el espacio, al menos el más próximo a nosotros, deje de tener un carácter unidireccional y podamos limpiar la órbita terrestre de todos los restos que permanecen dando vueltas en ella. Hace unos pocos años, que una compañía diseñase su misión en torno a una idea como esa así habría resultado una completa locura. Ahora, con SpaceX y cada vez más compañías disminuyendo las barreras de entrada al uso de satélites gracias a sus cohetes reutilizables, y con planes para lanzar miles de ellos, ser capaz de diseñar una plataforma para que estos satélites puedan recibir actualizaciones o ser eliminados puede llegar a tener un gran valor.

Cuando un ecosistema, tras un período de exploración y usos crecientes que en este caso ha durado décadas, alcanza su madurez, las herramientas que se asocian con su uso y mantenimiento pasan a tener mucho interés. Si me dicen hace algunos años que iba a defender otorgarle un premio de innovación internacional nada menos que a un basurero espacial, habría pensado que alguien había perdido la cabeza. Ahora, en 2021, con varias misiones ya diseñadas para probar el concepto, las cosas pintan bastante diferentes…


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